Nadie conoce el Estudio de Impacto Ambiental del millonario negocio ganadero de Jorge Brito en Joaquín V. González. Demostrando el alto grado de impunidad con el que cuenta, Inversora Juramento, actúa como quiere con la complicidad del intendente y el gobernador. Mientras, el feedlot profundiza la contaminación en la zona. (Mariano Arancibia)

Los olores  provenientes de la empresa de Jorge Brito impregnan los pueblos de La Ranchería y Gaona, en Joaquín V. González, a más de 260 kilómetros de la capital salteña. A medida que aumenta la temperatura es imposible respirar y según los pobladores tienen que vivir encerrados ya que ni la ventana pueden abrir con lo nauseabundo del ambiente.

Para los cercanos a la fábrica no hay dudas de que Inversora Juramento contamina: fundamentalmente el aire y el suelo. De eso están seguros. Desde hace varios años padecen el estar ubicados en las cercanías del feedlot. Se teme que la contaminación haya llegado a las aguas del rio Juramento y que el polvo que se respira alrededor sea altamente toxico debido a la intensa actividad ganadera. Sin embargo, a pesar de los desechos que esta empresa genera, se le admite hacer lo que se le plazca.

Inversora Juramento se maneja con absoluta libertad, sin ningún tipo de control. Incluso el intendente de dicha localidad, Juan Domingo Aguirre (PJ), defiende su accionar públicamente. “Yo veo el compromiso de la empresa, cero problema, ellos tienen un compromiso fuerte con J. V. González”, declaró al ser consultado sobre la contaminación. Y para justificarla destacó que  “es una empresa que está dando trabajo y que va a seguir dándolo”. Todos dicen que no le queda otra que arrodillarse ante el poderío económico del señor Brito. En el pueblo de Joaquín V. González es vox populi que éste le financió la campaña para llegar a ser jefe comunal, incluso puso a disposición los vehículos de la firma, y saben que es un mero empleado más, que no se atreverá a cuestionar nada.

Habituado en la zona de confort que otorga la impunidad, Jorge Brito no se preocupa ni por aparentar que es una empresa más, que cumple como corresponde con los requisitos establecidos. La estrategia de sus abogados es dilatar con maniobras judiciales la entrega de información ambiental indispensable para analizar la preocupación de propios y extraños.

Así es que a la fecha, no han mostrado documentación a los concejales ni al fiscal penal de Anta, Dr. Gonzalo Gómez Amado, quien presentó una Acción de Amparo Ambiental Contra la Municipalidad de J. V. González para conocer el estado de Trámite de Habilitación, Certificación ambiental, y copia de Estudio de Impacto Ambiental y Social concerniente a la actividad de engorde bovino a corral. Desde la fiscalía sostienen que esa información posibilitaría “realizar análisis de los impactos ambientales y descartar que los mismos sean negativos”. Si existe la documentación nadie la conoce.

Brito y su carnicería 

Luego de haberse quedado con bancos provinciales -con el apoyo de gobernadores Justicialistas (Misiones, Salta y Jujuy)- el crecimiento de Jorge Brito no tuvo freno y uno de  sus principales puntales fue el negocio ganadero. “Siempre me gustaron las vacas”, reconoció en una entrevista explicando su vocación de empresario cárnico. Empezó comprando campos “en el NEA, en Reconquista, en Chaco y Formosa” pero enseguida se dio cuenta del “potencial de Salta”.

Lo convenció el clima de Anta: “ahí no llueve durante cinco meses de invierno. Me gustaba eso, porque un ambiente seco es ideal para la ganadería. Sobre todo para lo que yo quería hacer, que era un feedlot de gran escala. Y en aquel momento Salta no producía el 85% de la carne que consumía. Me miraban como a un bicho raro: el engorde a corral era algo que se desconocía en todo el país y más todavía en el NOA”, contó.

Don Jorge suele decir que en su casa de Buenos Aires comen “el asado que producimos en Salta ¡Es la mejor carne del país!”.

Inversora Juramento se radicó desde 1992 en el sur de la provincia. La empresa es una de las más importantes del noroeste argentino y se dedica a la ganadería intensiva. Establecieron el primer feedlot en el NOA y uno de los más grandes del país. Está integrada por un conjunto de fincas que forman  un aproximado de 90.000 hectáreas. Natalia Godoy, hija del presidente de la Cámara de Diputados salteña -Santiago Godoy- es la Directora. El actual ministro Fernando Yarade también pasó por la agropecuaria.

En diario El Tribuno, en su edición del día 20 de octubre de 2014, se deja entrever que “El Indio” ayudó a que Natalia alcance tal puesto: “En Salta no son pocos los que aún se preguntan cómo pudo una joven abogada recibida en 2001 y con poca experiencia convertirse en directora titular de la poderosa compañía de Brito. Las conjeturas atribuyen su posición al hecho de que se trata de la hija del presidente de Diputados”.

Su amistad con Romero-Urtubey

No es azaroso que Inversora Juramento goce la impunidad que mencionamos. Hay razones que lo explican. La antedicha conexión política es sólo una de las razones y tal vez la de menor importancia, puesto que las relaciones con las familias gubernamentales llegan a círculos más altos del poder.  Es conocido que Juan Romero -su amigo y algunos se atreven a decir socio- le abrió las puertas de la provincia dejándole en bandeja el banco de Salta. Cabe recordar que la compra del banco estatal salteño -la cual comenzó en el 95 con Ulloa y fue entregado en el 96 por el gobernador Juan Romero, por la irrisoria suma de 60 mil dólares- fue sin competidores, y además de privatizar, le otorgó la condición de agente financiero. Eso fue fundamental para que Brito pudiera ir por más.

Si el desembarco fue con Juan Romero, con Juan Urtubey llegó la consolidación de su figura en la región y en particular en la provincia. El mejor ejemplo en el plano económico fueron Inversora Juramento, los desarrollos inmobiliarios, negocios en el sector energético y el manejo del dinero público.  En el plano personal, se estrechó el vínculo con Urtubey por medio de Milagros “Mili” Brito, hija del banquero, y amiga desde los 20 años de Isabel Macedo.

“Nos presentó Mili Brito”, contó el propio gobernador. Milagros Brito es la mayor de los seis hijos de Jorge Brito. Estudió marketing y diseño de indumentaria, trabajó en distintas áreas del banco y finalmente volvió al marketing, pero en desarrollos inmobiliarios. Fue testigo en el ultra top casamiento de la actriz con el mandatario salteño.

Con todo esto, Inversora Juramento, parece tener garantizado de que no se le toque un pelo.

Voces de legisladores  

La diputada Alejandra Navarro se pronunció en la cámara baja y en una reunión específica que tuvieron con el secretario de Medio Ambiente de Salta. En conversación con Cuarto Poder dijo respecto al feedlot: “No queremos sentir más ese olor. Encima el polvo que se levanta cuando uno transita por la ruta 16 es notable”. “El impacto de la contaminación es grande y por eso hubo reclamos. Es necesario un plan de traslado”, agregó.

“Cuando preguntamos el tema de los controles, porque ellos no nos informaban cuál era la situación actual, queríamos saber por qué era el olor, a qué se debía. El secretario de Ambiente dijo que al poder de control lo tiene el municipio. Entonces yo decía que si hasta acá no se hizo nada, lo que esperamos, es que la Secretaría de Medio Ambiente, que es el poder ejecutivo a nivel provincial, se haga cargo de toda esta situación y que intime a la empresa o al municipio, a quien corresponda y que de una vez por todas, podamos tener respuestas respecto a este tema”, dijo la diputada.

También el legislador Arturo Borelli en diálogo con nuestro semanario se refirió a la reunión con José Cornejo Coll: “En el punto en donde más rengos estuvieron los funcionarios sin duda fue el conflicto con Juramento y su contaminación. Juramento es propietaria de feedlots y usa los terrenos circundantes como depósito final de animales muertos. Frente a esta atrocidad, la Secretaría se limitó a decir que no es su responsabilidad y procedieron a cambiar de tema”. Y sostuvo: “El estado se pone firme con el pequeño campesino pero permite estas prácticas empresariales”.

Navarro, a su vez, dijo: “Ya es desgastante, año tras año, reclamar lo mismo. Nadie entiende bien de qué se trata porque no vive acá. Que tengamos que estar encerrados o que no podamos salir al fondo de la casa es lo terrible de esta situación. La gente que está en La Ranchería o al frente, no dan más con las moscas, no se pueden sentar a comer por la cantidad de moscas que hay. Contarlo y decirlo así es una cosa pero vivirlo y estar acá todos los días es muy distinto… El diputado Villa pidió que venga una comisión con el secretario de Medio Ambiente, que recorran y vean. Les voy a avisar después de una lluvia y que haga calor para que vean lo que realmente es… El trasfondo es la contaminación que hay”.

El Concejo 

En el Concejo Deliberante de J. V. González también se aprobó un proyecto por unanimidad para solicitar el pedido del estudio de impacto ambiental a la municipalidad. El concejal Nicolás Luna, al respecto, expresó que “llega la época estival  con los calores y allí se producen los fuertes olores. El pedido de informe se hace en base a eso y a que sabemos que esto provoca problemas en las vías respiratorias de los habitantes de que lo es nuestra zona”.

En ese sentido recordó que la Inversora Juramento nunca concurrió al Concejo Deliberante, pese a que a principios de año estaba prevista una reunión. “Cuando surgió el reclamo de vecinos presentamos una nota al presidente porque no estábamos en el período de sesiones, todavía no habíamos iniciado porque fueron las manifestaciones a fines de enero e inicios de febrero, se pedía que se convoque a una reunión entre las partes intervinientes, municipio, la inversora Juramento y también nosotros los concejales. Se había fijado fecha para el 6 de febrero; participamos los concejales, el Director de Bromatología Ansaldi y el asesor legal de la municipalidad, Walter Sloter. Una hora antes aproximadamente llegó un email de la inversora juramento donde manifestaban que no iban a estar presentes”. Y añadió: “Cuando mandan la nota al Concejo Deliberante, en uno de los fundamentos decían que estaba la empresa adjuntando toda la documentación pertinente para ponerla a disposición, tanto del municipio como del Ministerio Público Fiscal para que se esclarezca este tema. Desde la fiscalía había un recurso de amparo todavía sigue. Dice textual que aparentemente esta documentación se habría extraviado, que no había documentación de un informe de impacto ambiental. En base a esto pasaron varios meses desde aquella convocatoria que hicimos, buscábamos por la vía que corresponde un diálogo. Había una invitación para que nosotros acudamos a inversora juramento, para que conozcamos el feedlot, para que conozcamos como funciona pero no hubo más comunicación de aquella nota”.

“Tenemos una empresa que produce millones de ganancias y que no vuelve al departamento Anta. Muchos me dicen pero hay que tener cuidado por las fuentes genuinas de trabajo que tienen, es verdad pero tampoco tiene que ser a costa de la salud de los propios habitantes o que realmente no se vea el resultado de lo que se produce”, señaló el edil para terminar.

Desmontes

Mediante imágenes satelitales y sobrevuelos, Greenpeace detectó que Inversora Juramento S.A. desmontó ilegalmente bosques protegidos en las fincas Jumealito, Pozo del Breal y Pozo de la Pichana.

Las estancias se encuentran en la zona denominada Bañados del Quirquincho, son linderas a la Reserva Provincial Los Palmares, y forman parte de los Corredores Ecológicos para el Chaco Argentino establecidos por la Secretaría de Ambiente de la Nación.

La organización ecologista denuncia que descubrió que entre junio y agosto de este año se desmontaron 700 hectáreas de bosques nativos clasificados en las Categorías I – rojo y II – amarillo, que no permiten desmontes.

Los Bañados del Quirquincho se encuentran en terrenos llanos de baja pendiente en la zona transicional de la cuenca de los ríos Dorado y del Valle con el Bermejo. Están conformados por bosques densos de algarrobos y quebrachos, palmares, totorales, y pastizales inundables. Poseen especies amenazadas como el tapir, el tatú carreta, el ñandú, el ganso del monte y el águila coronada.

En su defensa, los representantes de Inversora Juramento alegaron que en realidad habían contratado a una persona para realizar la quita de brotes de arbustos en una zona que ya se encuentra habilitada. Pero esa persona, según indicaron desde la empresa, se confundió y terminó desmontando en las áreas que no debía. “Pasó involuntariamente”, dijo.