Los salarios registrados cayeron en promedio un 12% frente a la inflación en 2018 y se espera que esa tendencia se mantenga durante el año, en medida en que los recientes aumentos de tarifas superan los aumentos que el gobierno nacional propone como «techo» para las paritarias. 

En este escenario, según Misiones Online, los principales voceros del Gobierno nacional repiten un discurso según el cual la profunda recesión que atraviesa la economía argentina se revertiría en el segundo trimestre del año de la mano de una hipotética cosecha record de granos.

Pero la visión de la gran mayoría de los analistas difiere bastante, incluida la de los economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Un brutal ajuste del gasto público de 2,7 puntos del PIB previsto para 2019, sumado al arrastre estadístico de una economía que cerrará 2018 con una caída del orden de 3% del PIB, plantean bases poco favorables para pensar en un crecimiento.

El mercado interno, que expresa alrededor de dos tercios del PIB argentino, seguirá en retroceso producto de una inflación que volverá a superar a los salarios y de tasas de interés altísimas que imposibilitan la compra de bienes durables. Igual que como ocurrió durante 2018, cuando cayó la venta de productos de consumo masivo y se desplomó la comercialización de autos, motos, electrodomésticos, televisores, indumentaria y calzado.

Los tarifazos en el transporte, la energía eléctrica y el gas anunciados a fin de año por el Gobierno nacional y que se aplicarán en etapas, garantizan la continuidad de una inflación alta durante al menos todo el primer trimestre de 2019. Habrá que afrontar precios y tarifas nuevas con salarios viejos.