El Instituto Nacional de las Mujeres será el organismo sucesor del Consejo Nacional de las Mujeres y contará con mayor jerarquía administrativa.

 Se publicó en el Boletín Oficial el Decreto 698/17 titulado “Agencia Nacional de Discapacidad”. Este decreto crea, dentro de la estructura del Poder Ejecutivo, dos organismos nuevos que continuarán la labor de otros que dejarán de existir. Así, se instituyen la Agencia Nacional de Discapacidad (para concentrar las políticas en esa área) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INAM).

Desde ELA celebramos la creación del INAM que contará con mayor jerarquía respecto de su antecesor, el Consejo Nacional de las Mujeres (CNM), un nuevo  organismo descentralizado en la órbita del Ministerio de Desarrollo Social.

La mayor jerarquización del organismo encargado de las políticas para la igualdad de género es uno de los reclamos históricos del feminismo y el movimiento de mujeres. Incluso, por lo menos desde el año 2010, distintos organismos internacionales han recomendado elevar al CNM en la escala jerárquica del Gobierno. Tanto el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), en su última evaluación al Estado argentino, como la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias, en su misión a Argentina en 2016, habían recomendado que se elevara su jerarquía a rango ministerial, para que pudiera estar en mejores condiciones para articular efectivamente las políticas por la igualdad de género que debe impulsar e implementar el Estado Nacional. Aun cuando este no ha sido el rango conferido al INAM, el Decreto 698/17 resulta un avance en tal sentido.

Sin embargo, encontramos algunos desafíos que este nuevo Instituto deberá sortear. Por un lado, el organismo se crea en la esfera del Ministerio de Desarrollo Social, lo que indica que se conciben las políticas para la igualdad de las mujeres como políticas sociales. Esto podría restringir el tipo de abordaje que tendrá en la lucha por la erradicación de la desigualdad por motivos de género, que requiere una articulación con las políticas sectoriales propias de áreas como el empleo, la participación política, el acceso a la salud y la educación, por nombrar algunas. La desigualdad de género se expresa de diversas maneras, tiene múltiples causas y su erradicación supone políticas integrales que compelen a distintos ministerios dentro del Poder Ejecutivo, y no solo al Ministerio de Desarrollo Social. El desafío de coordinar y articular todas las políticas estatales vinculadas con la promoción de la igualdad de género y los derechos de las mujeres será un desafío para el INAM, tal como lo fue para el CNM.

Por otro lado, el Decreto en cuestión establece distintas atribuciones y funciones para el INAM que describen, de forma bastante sintética, funciones que habían sido más ampliamente definidas en el Decreto 1426/92 de creación del CNM. Dado que esta norma no ha sido derogada por el Decreto 698/17 y que el INAM continuará con la labor del CNM, deberán trasladarse a este nuevo Instituto todas las atribuciones del CNM dadas por su norma de creación y no sólo las que contempla la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres contra todas las formas de violencia.

Por último, celebramos la creación de la Agencia Nacional de Discapacidad que será un organismo descentralizado dependiente del Poder Ejecutivo Nacional con autarquía económica financiera y personería jurídica propia. Resulta extremadamente importante este reconocimiento, por parte del Estado, al movimiento y organizaciones de personas con discapacidad al crear un organismo que tendrá a su cargo el diseño, la coordinación y ejecución general de políticas públicas en materia de discapacidad de modo integral.

En este sentido, al analizar el Decreto 698/17 nos preguntamos por la diferencia de jerarquía entre dos organismos creados  por una misma norma, dentro de la estructura del Poder Ejecutivo. Así como fue decidido para la Agencia Nacional de Discapacidad, el  INAM también podría haberse creado en el ámbito de la Presidencia, tal como fue recomendado por distintos organismos internacionales.

En los próximos meses corresponderá al Poder Ejecutivo presentar el nuevo proyecto de ley de presupuesto  para el ejercicio 2018. Esa será una oportunidad para evaluar si el compromiso que se da con este cambio de jerarquía del hasta ahora llamado CNM se condice con la asignación de recursos suficientes para el cumplimiento de sus funciones, entre las que se encuentra la ejecución del Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las mujeres.

Fuente: Ela