Dos altos mandos de la Gendarmería nacional quedaron imputados hoy por el siniestro vial que dejó extintos a 43 miembros de la fuerza. La decisión fue tomada por el fiscal federal de Salta, Ricardo Toranzos.

Los imputados son Ricardo Ernesto Vilasanti, suboficial mayor encargado de la División Motorizada del Destacamento Móvil 5 de Santiago del Estero, y su inmediato superior, Juan Carlos Germán.

Según la argumentación del fiscal Toranzos, no había razones para suponer que el mal estado de la ruta haya influido en el suceso. Mas, los indicios y testimonios apuntan al mal estado de uno de los neumáticos, que al estallar habría generado el desequilibro del rodado.  

Como estos vehículos, por un trato especial que el Estado propende a las fuerzas militares, no eran sometidos a la revisación técnica obligatoria, la responsabilidad recae directamente en los encargados de Gendarmería de bregar por el mantenimiento del colectivo.

Fue en los albores del lunes 14 de diciembre cuando el país se hizo eco del descarrilamiento de un colectivo de la Gendarmería, que acabó con la vida de 43 de sus tripulantes. Había ocurrido en Rosario de la Frontera y, según se supo después, los efectivos se dirigían a Jujuy para reprimir protestas, a pedido del por entonces flamante gobernador, Gerardo Morales.