Las provincias piden que María Eugenia Vidal frene la demanda ante la Corte que exige que Buenos Aires reciba cifras millonarias a costa de los recursos de los distritos restantes. Gobernadores del PJ con Urtubey incluido se reunirán la próxima semana.

Todo empezó al año pasado cuando María Eugenia Vidal con el guiño de la Casa Rosada pidió al tribunal que declare inconstitucional el «tope» de que fija en 650 millones de pesos los recursos que recibe la provincia por el Fondo del Conurbano. El expediente fue aceptado por la Corte y el riesgo de que un fallo acepte la demanda de la bonaerense puso en alerta a los gobernadores del PJ que ya se reunieron a fines de julio para hacer causa común.

Mañana los fiscales de Estado de las provincias ensayarán una estrategia jurídica compartida y ofrecerán una salida política. «Vamos a proponer que Buenos Aires ponga en pausa su demanda para abrir una negociación con la Nación y las provincias » confió a Clarín un fiscal de Estado. El funcionario precisó que hay una vía apta para discutir ese tema: en 2016 el Congreso aprobó la ley 27.260, que, entre otras cuestiones, creó una comisión para discutir una reforma tributaria y previsional. «La demanda bonaerense puede tratarse en ese ámbito» confió el fiscal de Estado.

No implica, aclaran los fiscales de Estado, que Buenos Aires desista de su reclamo sino que con acuerdo de las partes se establezca una especie de tregua para antes de dejar el caso en manos de la corte, se busque una solución política.

Siguiendo los datos publicados por Clarín en su edición de hoy, si la Corte validara el reclamo de Vidal, Buenos Aires comenzaría a recibir unos $50 mil millones extra por año que deberán ceder las demás provincias. Todas las provincias sufrirían ese impacto porque la demanda es sobre fondos compartidos. Meses atrás, la Corte notificó al Estado nacional sobre la demanda y la respuesta la dio Bernardo Saravia Frías, que hoy se desempeña como Procurador del Tesoro y enfatizó que el Estado nacional no tenía nada que decir porque la demanda no involucraba fondos nacionales sino que refería a la masa de recursos que se distribuye entre las provincias.

En ese marco, el diario Ámbito Financiero anuncia para el próximo miércoles o jueves próximos un cónclave en Buenos Aires de los gobernadores peronistas en defensa de sus recursos. El encuentro busca dar una señal de fortaleza ante Mauricio Macri pese a los sinsabores electorales en algunos distritos. Será el segundo encuentro en menos de un mes -en clara advertencia a Macri de que las urnas no enfriaron las consignas-, tras el cónclave del 3 de agosto en la Casa de Entre Ríos, con 12 mandatarios y un vice. Allí acordaron defender sus recursos, ya que temen desfinanciarse ante la pretensión de Vidal.

“La vía política: los mandatarios están en desacuerdo con el cariz judicial que asumió el asunto y reclaman una salida a la encrucijada con un acuerdo fiscal en el Congreso, que quieren explicarle a la Corte. Apuestan así a pelear más fondos en el Presupuesto 2018 y una mayor tajada de la coparticipación del Impuesto al Cheque, el Fondo Sojero y el Fondo Vial, en un plan que afinan con el jefe del bloque del PJ-FpV en el Senado, Miguel Pichetto”, precisa Ámbito Finanaciero.

El telón de fondo es el de unas PASO que significaron un cimbronazo para la liga de gobernadores y un reacomodamiento de fuerzas interno de cara a la discusión por fondos y la reorganización partidaria hacia 2019. El postprimarias mostró un debilitamiento relativo de caciques perdidosos, un lote que integran el cordobés Juan Schiaretti, el entrerriano Gustavo Bordet, la fueguina Rosana Bertone, el pampeano Carlos Verna, la santacruceña Alicia Kirchner y el chubutense Mario Das Neves.

En cambio, un ramillete quedó mejor perfilado, con el salteño Juan Manuel Urtubey a la cabeza, seguido por Uñac, el chaqueño Domingo Peppo, el riojano Sergio Casas, el tucumano Juan Manzur, la catamarqueña Lucía Corpacci, el misionero Hugo Passalacqua, la santiagueña Claudia Ledesma y el formoseño Gildo Insfrán.