Los inspectores municipales quieren que los floristas de la Catedral se vayan a trabajar a la calle Balcarce para no entorpecer el desarrollo de la novena del Milagro. “Nosotros queremos que nos dejen en el mismo lugar porque allá no se vende”, declaró uno de los damnificados.

Probablemente sea justo, con la millonada que ganan los floristas, sacarlos del juego para que no se aprovechen de los feligreses que van en estos días a poblar la plaza 9 de Julio cual hordas de ricoteros perseguidores de Solari.

Por eso debe ser que los inspectores municipales están queriendo correr a los trabajadores de la flor (nada que ver con los dealers de faso) de la plaza. Según informó Canal 9, los floristas de la zona de la catedral fueron obligados a dejar sus lugares habituales, lo que perjudicaría seriamente sus ventas.

“No comprendo porque se persigue a la gente que trabaja”, dijo uno de los damnificados. “Ellos dicen que acá no podemos estar, solo eso”, agregó, haciendo referencia a los inspectores, que no les aclaran el motivo del traslado. “Nosotros queremos que nos dejen en el mismo lugar porque allá no se vende. Siempre, los que perdemos somos nosotros”, concluyó.