Esta semana se conoció la decisión del Ministerio de Educación para reformular la “oferta” y así atender a las “vacancias del sistema”, lo que implicará el cierre de carreras de nivel superior consideradas subsidiarias o ya lo suficientemente aprovechadas, como Educación Física e Historia. Eufemismos para justificar un sistema mercantilizado. Nicolás Bignante

En la cartera de educación provincial vienen haciendo malabares discursivos para embellecer la idea mercantilista de que en Salta hay una sobreoferta educativa para determinadas carreras. Como cada año, los especialistas del ministerio se sientan a evaluar y analizar si la oferta de los institutos de educación superior se ajusta o no a las exigencias del entorno. Este año quedaron en la mira los profesorados de Educación física e Historia, dependientes de la Dirección de Educación Superior. Las revisiones que pretende el ministerio buscan reconfigurar la oferta educativa en función de las “vacancias del sistema” y el contexto. De esta manera, los institutos de formación que hoy dictan carreras docentes y técnicas podrían sustituir profesorados por tecnicaturas y viceversa.

En la provincia de Salta funcionan 48 institutos de educación superior con una matrícula que supera los 26 mil alumnos. De ellos, 18 mil eligieron carreras docentes, mientras que los 8 mil restantes optan por carreras técnicas. Sólo este año ingresaron 11 mil alumnos en las diferentes carreras que ofrece la provincia, muy por encima de los 2072 graduados que hubo a finales del año pasado. Las carreras más elegidas son los profesorados de Educación Inicial, de educación primaria y de Matemáticas. En el caso de las tecnicaturas, las más convocantes son: Higiene y Seguridad, Administración y Turismo.

Desde el ministerio de Educación no hablan de cierre de terciarios, pero sí de “redefinición de oferta educativa superior”. Y los antecedentes son claros: de las dos comisiones que tenía el profesorado de Educación Física en Gral. Mosconi, una de ellas se convirtió en Tecnicatura Superior en Agroalimentos. En Luracatao dejó de funcionar la tecnicatura en Nutrición y Sanidad Animal, para dar lugar a la carrera de Soporte Informático. El profesorado de Lengua que se dictaba en el Instituto de Seclantás fue reemplazado por el de Física.  Y de las 14 “ofertas” de educación primaria que funcionaban en 2015 —a las que asistían cerca de 4000 estudiantes—, hoy quedan sólo 8. A pesar de todo esto, desde la dirección de educación superior, se esmeran por asegurar que estas medidas no tienen nada que ver con bajar el déficit o achicar el gasto, tal como se propuso desde la provincia a partir del año pasado.

Al respecto, la Supervisora de la dirección de Educación superior, Elsa Pinikas, sostuvo: “Nosotros tenemos definidas carreras prioritarias en la provincia, donde hay pocos docentes y a las que nuestro sistema debe ofrecer posibilidades como: Química, Física, Inglés o Lengua; y tiene otras como Educación Física, donde tenemos muchos chicos estudiando. Eso implica que hay que hacer un análisis, pero no implica el cierre de las carreras. Nuestro gobernador nos ha pedido especialmente que no dejemos ninguna fuente laboral afuera y partimos del análisis que nos ofrece el sistema, en caso de redefinición de oferta o reconversión”.

Sistema mercantil

Las requisitorias del “sistema”, claro está, pueden ser muy volátiles. Es por eso que desde la dirección se encargan de aclarar que las “adecuaciones de oferta” se realizan todos los años: “Hubo un momento en que tuvimos mucha necesidad de profesores de matemática. Hoy tenemos carreras de matemática en 8 lugares con más de 1000 chicos estudiando. Probablemente pasará —no será este año, a lo mejor el próximo— que también nos tendremos que sentar a analizar que está pasando con nuestros egresados y el mercado laboral de esta carrera. Y eso seguramente implique adecuar la oferta nuevamente”, manifestó Pinikas.

Pero el discurso de los “docentes sobrantes” que se intenta instalar desde el ministerio, choca de frente con la realidad que se vive en decenas de escuelas públicas en la provincia: aulas abarrotadas, escuelas sin vacantes y cursos iniciales con docentes a cargo de 35 alumnos en promedio.

El paradigma del “adecuacionismo” —entre la educación superior y el mercado laboral— ha empujado al ocaso a una infinidad de carreras que funcionaban por fuera de las exigencias inmediatas del medio. Por otro lado, diversas experiencias en distintas partes del mundo han demostrado que cuando la educación se pone al servicio del mercado decrecen las posibilidades de acceder a empleos bien remunerados. Pero el punto principal a destacar aquí es que la ecuación lineal entre oferta educativa y demanda laboral hoy es parte de la literatura albergada en las más polvorientas bibliotecas. Como señala el sociólogo Jordi Planas: “Una vez que nos liberamos del corsé de los ‘adecuacionistas’, la conexión entre la educación superior y el mercado laboral resulta bastante fluida: los egresados suelen encontrar trabajo en empleos para los que formalmente no están preparados y las empresas contratan egresados que no cumplen con los requisitos establecidos por el gobierno. Pero tanto las empresas, como los egresados, no parecen tener mayores problemas con esta situación. Permanecen, por supuesto, desencuentros entre egresados universitarios y el mercado de trabajo. Pero éstos parecen deberse sobre todo a que el comportamiento del mercado y de los egresados no se acopla a los criterios formulados por agencias gubernamentales”.

La redefinición de la oferta educativa en la provincia parece realizarse bajo criterios muy curiosos. Por un lado, se fijan “carreras prioritarias” cuya demanda en el campo laboral aseguran que es amplia; por otro, se cierran profesorados de esas mismas áreas. Tal es el caso del profesorado de lengua de Seclantás. Pero dichos criterios no son exclusivos del nivel superior. Vale recordar los dichos de la ministra Analía Berruezo justificando el no dictado de Educación sexual en las escuelas secundarias, bajo el argumento de que los jóvenes “no saben lo que es eso”. Bastó con echar un ojo a los resultados de las evaluaciones Aprender para entender que las demandas del mercado no siempre se consustancian con las demandas de los jóvenes: el 78% de los adolescentes salteños remarcó que hace falta educación sexual en las escuelas.

En el lenguaje de la educación superior, decodificar algunos conceptos eufemísticos puede resultar muy esclarecedor: “Necesidades” son aquellas que impone el mercado, la “demanda” son las empresas, “redefinir la oferta educativa” es cerrar terciarios y el “sistema”… es el sistema.