En las últimas semanas se dieron varias concentraciones de artistas callejeros a favor de la derogación de los artículos del Código Contravencional que criminalizan su actividad. Entérese qué plantean las personas que participan de esta lucha. (Luz Ruíz Zintak)

Los intentos de restringir las posibilidades de los artistas callejeros en Capital Federal desataron repudios en todo el país, incluso en Salta, donde desde fines de 2015 rige un ordenamiento del espacio público que habilita la criminalización de los trabajadores del arte. Repasemos el camino que se recorrió en la ciudad y la provincia para que hoy sean moneda corriente, y con licencia legal, los amedrentamientos patoteriles que la fuerza policial emprende contra artistas.

Recorrido

En el año 2016, el concejal David Leiva fue el autor de un proyecto de resolución que buscaba un reempadronamiento de artistas callejeros, el mismo pretendía establecer zonas de expresión artística, otorgando poder a los cuerpos policiales sobre los mismos a la hora de trabajar en la vía pública (peatonales, plazas y colectivos). En el mismo año, el concejal, a través de una entrevista con Cuarto Poder, desde su despacho, explicó: “El proyecto nace de un pedido de varios artistas callejeros que viven una realidad jodida. Son desalojados de la calle con la fuerza pública, es degradante. En varios lugares del país (Mar Del Plata, Villa Gesell) están indicados los lugares donde pueden trabajar sin ser desalojados y tener la posibilidad de desarrollar su actividad tranquilos”.

En el artículo 1°, Leiva solicitaba: “Implementar desde las áreas de Cultura y Control Comercial un procedimiento especial de autorización para que artistas callejeros puedan realizar actividades o espectáculos culturales y artísticos, a través de presentaciones y cualquier otra actividad en los espacios y vía pública dentro del ámbito de la ciudad de Salta”.

En el artículo 2°, el proyecto detallaba lo que debía realizarse para regular la actividad. Esto fue lo que más enfureció al colectivo de artistas callejeros. La propuesta buscaba “delimitar los espacios públicos habilitados”, “otorgar una credencial o constancia de autorización al artista solicitante”, “exigir que el espectáculo sea de carácter libre y gratuito y sin restricción alguna”, “determinar tiempo de duración de las presentaciones”, “establecer la obligación de respetar el uso natural del espacio público, asegurando el orden y limpieza al finalizar la presentación, con la prohibición de utilizar elementos de riesgo y peligro para las personas”, “consignar la obligación que los espectáculos posibiliten el acceso a locales comerciales u otros emprendimientos autorizados por el Municipio”, y “confeccionar un registro o relevamiento de artistas callejeros, que pueda utilizarse para la contratación de artistas en distintos espectáculos o eventos culturales municipales como de particulares que lo requieran”.

Aunque el proyecto en lo que respecta a Salta Capital no prosperó y volvió rápidamente a comisión, el miércoles 4 de julio de este año, en la capital porteña, el Poder Ejecutivo presentó la Ley 1664-J-18, que además de prever la reforma del Código Contravencional que regula la actividad artística en espacios públicos, posee un alcance nacional. Por consiguiente, en manera de reclamo, artistas callejeros salteños decidieron salir reclamar.

Testimonio

Entrevistamos a uno de los partícipes, quien nos comentó que la manifestación de la semana pasada tiene que ver con una respuesta a una avanzada más del Gobierno nacional hacia la regimentación del espacio público en Ciudad de Buenos Aires, pero que es moneda corriente en todo el país desde hace años ya que tiene iguales características que el Código Contravencional salteño modificado en 2015 bajo el mandato de Juan Urtubey, convirtiendo como principal  objetivo que el arte sea terreno exclusivo de espacios habilitados o grandes mercados.

“El registro de artistas callejeros fue un intento de regimentar la actividad en las calles, es necesario exigir la derogación del represivo Código Contravencional 7.135. Los gobiernos niegan el derecho a la cultura para la población promoviendo políticas elitistas, arancelarias y de proscripción a la libre expresión. Por el contrario, los artistas tenemos que exigir los fondos necesarios para el desarrollo independiente del arte, la educación artística y la difusión”, confirmó el entrevistado mientras nos contaba que gracias a su profesión puede tener la oportunidad de pagar sus estudios universitarios.

En cuanto a la represión policial que sufren los miembros de la comunidad ambulante, el ambiente es totalmente violento ya que el acoso policial va desde insultos hasta secuestro de instrumentos de trabajo. Los videos que se viralizaron en las redes sociales con la represión a los manteros son la muestra de una policía dispuesta a tomar un mayor control de las calles y persecución al trabajador.

Los videos que se viralizaron en las redes sociales con la represión a los manteros son la muestra de una policía dispuesta a tomar un mayor control de las calles y persecución al trabajador.

“La fuerza policial busca justificar al Estado que no genera trabajo culpando a los propios trabajadores e incluso intentado dividirnos. Ellos han fracasado ya que la población apoya rotundamente nuestro trabajo y no considera que tengamos que ser criminalizados, por eso es que se han mantenido diferentes actividades en el resto del país a este pedido democrático que es el derecho a trabajar y rechazando que el arte callejero sea delito”, nos comenta el mismo artista.

Luego, cierra: “Ahora es cuando los trabajadores del arte y la cultura debemos tomar conciencia de lo que estamos pasando y extender la movilización uniéndolo con los demás reclamos en lucha para derrotar a quienes pretenden atacar nuestro trabajo y condiciones de vida. Quiero convocar desde este espacio a desarrollar un callejerazo y todo tipo de iniciativas por todo el país hasta el día de la próxima movilización del 2 de agosto, en el reinicio de las sesiones legislativas en Ciudad de Buenos Aires, para que en todo el país reclamemos que el arte callejero NO es delito, SI es trabajo”.