Un informe del CONICET sobre el voto electrónico fue entregado al Ministerio del Interior el 9 de noviembre. Desde entonces no se supo más nada del documento que sugiere no implementar en el país el sistema de votación que se usa en Salta.

El tema trascendió ayer a través de las redes sociales hasta convertirlo en trending topic en Twitter con el hashtag “Liberen el informe del Conicet”. El diario Página 12 informo al respecto que pese a todas las opiniones en contra, el presidente Macri sigue convencido de hacer aprobar el sistema electrónico el año próximo en el Congreso para que comience a utilizarse en los comicios de 2019.

En ese marco, el 9 de noviembre la cuenta oficial del Instituto de Investigación en Ciencias de la Comunicación (ICC) de UBA-Conicet publicó un tuit que indicaba que el trabajo había sido entregado al ministerio que encabeza Rogelio Frigerio, que tiene a su cargo la organización de las elecciones. Sin embargo, los días pasaron y al no conocerse públicamente el informe, las sospechas comenzaron a arreciar. “El PEN pide a Conicet un informe sobre voto electrónico. Conicet trabaja varios meses y entrega el informe al PEN. El PEN no lo muestra… cómo se llama la historia?”, se preguntó Beatriz Busaniche, integrante de la Fundación Vía Libre, que ya presentó un acceso a la información pública para que se conozcan los resultados de la comisión de voto electrónico.

Según pudo Página 12, el Conicet convocó a todos los institutos vinculados a la computación a que sugirieran nombres para conformar una comisión amplia, conformada por especialistas en electrónica y software, cuyo objetivo era realizar propuestas y estudios de factibilidad de la aplicación del voto electrónico. “En la primera reunión de la comisión se les informó que el trabajo estaba encargado por el Ministerio del Interior. El miércoles pasado, luego de meses de trabajo, se hizo una presentación ante cuatro personas de ese ministerio”, aseguró a PáginaI12 Sebastián Uchitel, director del ICC. Sin embargo, desde esa cartera aclararon que “no se pidió el estudio” y que el encargado de difundirlo debe ser el propio Conicet.

“El resultado es negativo para el gobierno, no era lo que esperaban recibir”, insistió Busaniche. Las especulaciones por el contenido del informe fueron in crescendo en las redes sociales, donde se da por descontado que las conclusiones entrarían en colisión con el interés del Gobierno por instalar el nuevo sistema.