Amnistía Internacional organizó el encuentro a una semana de la profesionalización del fútbol femenino.

A una semana del anuncio de la profesionalización del fútbol femenino, Amnistía Internacional Argentina organizó un campeonato con equipos mixtos de jugadoras y jugadores profesionales que se mezclaron con actrices, actores y periodistas para seguir pidiendo por la igualdad de género.

#MeJuegoPorLaIgualdad fue este sábado en el Polideportivo de San Lorenzo y el puntapié inicial lo dio Macarena Sánchez, que tras demandar al club por echarla después de jugar siete años (UAI Urquiza) y a la AFA, logró que se hiciera realidad un viejo reclamo: la profesionalización del fútbol femenino en la Argentina.

Además de Maca Sánchez hubo varias referentes del fútbol, como Mónica Santino, ex jugadora y ahora directora técnica del Club La Nuestra de la Villa 31, Luky Sandoval, de Las Pioneras, Evelina Cabrera, directora técnica de AFFAR, Sol Domínguez, de Racing, Camila Gómez Ares, de Boca, Juliana Román Lozano, de Villa 31, Pamela Visciarelli, ex arquera de San Lorenzo, Sofía Rodríguez, de Platense, Ayelén Pujol, de Las Noritas Fútbol Club, y Betty García, de Las Pioneras y jugadora de la Selección en el mundial de 1971 en México. La árbitro de la AFA Roberta Echeverría.

También jugaron futbolistas varones: los ex integrantes de la Selección Juan Pablo Sorín y Sebastián Domínguez, Matías Vargas, de Vélez, el ex Lanús Maxi Velázquez y el árbitro internacional Patricio Loustau. Además, Damián Stazzone, campeón del mundo de Futsal.

Y actrices y actores: Dolores y Tomás Fonzi, Thelma Fardin, la cantante Miss Bolivia, la escritora Belén López Peiró, la ilustradora Ro Ferrer. También Érica Borda, la primera colectivera que peleó y ganó en la Justicia una causa por discriminación. Y periodistas.

«No descubro nada ni soy muy original, si planteo que esta actividad forma parte de una pelea más grande. Una pelea que protagoniza el movimiento de mujeres, para visibilizar y combatir la desigualdad. En todos los ámbitos. Es una pelea que está moviendo todas las estanterías de nuestra sociedad. Una verdadera revolución que está cambiando todo lo que tiene que ser cambiado, si es que queremos vivir en una sociedad más justa, más diversa», empezó Matías Lammens, presidente de San Lorenzo.

Y siguió: «El mundo del deporte viene muy rezagado en términos de igualdad. Y ni que hablar, el mundo del fútbol. Un mundo repleto de estereotipos machistas, que necesita de este tipo de acciones para empujar los cambios que hacen falta. Hay que hacerse cargo de la parte que nos toca, como hinchas, como jugadores, como dirigentes, como periodistas… Nos queda celebrar, reflexionar, y salir juntos a equilibrar la cancha. La del fútbol y la de la vida en general».

«Es muy alentador ver a tantas personas apasionadas e interesadas por una sociedad más justa e igualitaria -dijo Mariela Belski directora ejecutiva de Amnistía-. Frente a un contexto de desigualdad tanto a nivel nacional como internacional, el evento de fútbol mixto es una acción que busca vencer los estereotipos de género, combatir la violencia de género, mostrar un camino hacia la igualdad en un ambiente en el que la discriminación por motivos del género históricamente ha estado presente, y en el que las mujeres no han recibido reconocimiento y respeto sino que han sido excluidas y marginalizadas».

«En todo el mundo, especialmente en el último tiempo, las mujeres han estado a la vanguardia de la batalla por los derechos humanos y la igualdad. La profesionalización del fútbol femenino es un ejemplo -siguió Belski-. Las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres en todos los ámbitos profesionales y laborales en cuanto a retribución, capacitación, visibilidad y condiciones para el desarrollo de sus habilidades y acceso a cargos de toma de decisión».

«Las mujeres tenemos derecho a vivir sin miedo a ser agredidas, a trabajar en condiciones de igualdad y recibir la misma remuneración económica. Tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, nuestra sexualidad y reproducción libremente. Por eso, la lucha por los derechos de las mujeres continúa, y es fundamental para que se sigan dando pasos a favor de la igualdad».

Entonces Maca Sánchez, camiseta azul, dio el puntapié inicial. El primer gol fue de Dolores Fonzi, equipo amarillo. Los cuatro equipos jugaron cruzado. No hubo copa. No hizo falta. La profesionalización del fútbol femenino es un gran paso en el camino de la igualdad.