El candidato a concejal por Primero Salta, Rodrigo Monzo, asegura que mejorando la experiencia de la Escuela de Artes y Oficios e incrementando la oferta de capacitaciones se reducirá la exposición de los jóvenes a las adicciones. También enfatizó la necesidad de montar supermercados sociales. (R.M.)

Una de las compulsas más divididas del próximo 22 de octubre será la del Concejo Deliberante capitalino, donde aún perviven más de una quincena de listas con chances de imponer ediles. Entre ellos se encuentra el ungido por el actual presidente del cuerpo, Rodrigo Monzo, quien encabeza la lista a concejales del Partido Primero Salta.

Dicha fuerza hace su debut electoral tras un crecimiento raudo de Villada, quien se benefició del titubeo del Partido Obrero para conducir el organismo donde tenía mayoría, en 2013. El ingeniero se convirtió en el presidente del consenso entre las fuerzas antagónicas a la izquierda, haciendo que su carrera política avanzara a pasos agigantados. Ya al frente del Concejo Deliberante, Villada fundó el partido y ahora pretende que se convierta en una fuerza municipal estable en la nómina de legisladores.

Monzo es el llamado a concretar esa misión, para lo cual tendrá un duro reto en las elecciones generales ya que las PASO mostraron una disgregación fuerte de votos entre diversas facciones y una polarización entre David Leiva, Matías Cánepa. El resto competirá sufragio a sufragio para obtener escaños, esa lucha será principalmente entre Primero Salta, el Partido Obrero, Felicidad, y el Frente Plural.

Cuarto Poder dialogó con Monzo al respecto de ese escenario, que para él tiene la particularidad de representar su primera experiencia encabezando una lista, situación que comparte con otros contendientes como Ernesto Alvarado del PJ, Lucía Doljanin de Felicidad y Matías Asennatto del Frente Plural.

Las principales preocupaciones del candidato de Primero Salta pasan por la falta de oportunidades laborales. Sus maratónicas recorridas por los barrios, comenta, confirman lo que ya hace mucho le preocupa y que se relaciona con la falta de oportunidades para trabajar y la pobreza, a los que considera condición de posibilidad para que crezca la inseguridad y los consumos problemáticos que deslizan a las adicciones.

“No es que fueran problemas desconocidos”, dice el candidato que apela a estadísticas al respecto. Sí destaca que a través de la campaña tuvo la chance de dialogar con una cantidad enorme de vecinos para concluir que estamos ante problemas que avanzan.

“Una de las problemáticas que más surge entre los vecinos es la falta de empleo, lo que nosotros vemos que no se dio ni se va a dar es la famosa llegada de inversiones que iban a traducirse en puestos de trabajo genuinos. Entonces, el progreso o el empleo lo debemos generar desde la capacitación”, resalta y luego completa justificando que «el chico que no tiene ocupaciones está más expuesto a incurrir en adicciones».

Consultado por las propuestas concretas con las que accionaría ante ese diagnóstico, Monzo repitió su principal eje, los supermercados sociales, y añadió una iniciativa pedagógica. “Soy de los que cree que la escuela de Artes y Oficios es la gran obra que nos dejó Miguel Isa, pero hay que mejorarla, incorporar otras carreras también vinculadas a lo tecnológico, para así establecer convenios con las universidades y potenciar las cualidades para el ingreso al campo laboral. Como funcionarios tenemos que darle esa vueltita de rosca a la escuela de Artes y Oficios”, asegura.

No descarta presentar proyectos para replicar la experiencia de la escuela de Artes y Oficios, además de mejorar su oferta pedagógica, y enfatiza en la importancia de sumar cualidades para desarrollarse en la sociedad del conocimiento sin por ello desconocer a las técnicas tradicionales. Señala que con recursos informáticos mínimos ya estaría potenciando sensiblemente lo que actualmente propone la institución educativa del municipio.

El elegido de Villada tiene certezas en referencia a las consecuencias positivas de ampliar las posibilidades para los jóvenes: es un mecanismo más para hacer menos propensas las adicciones. “El responsable del abordaje es el Gobierno provincial, sin embargo se colabora en todo lo que se puede. Sin lugar a dudas debemos generar maneras superadoras a las que hay actualmente, por eso consideramos que cualquier cosa que interese a los jóvenes para superarse es positiva”.

En relación a su ya conocida propuesta de instalar supermercados sociales, reafirmó que para llevar a cabo la iniciativa no se requerirían grandes inversiones y el precio de los productos sería igual al costo, es decir, que los supermercados sociales no tendrían fin de lucro. “Funcionaría como una unidad estratégica de negocios de la municipalidad, con una estructura independiente, comprando al por mayor y vendiendo al por menor, sin fines de lucro, con intenciones puramente redistributivas”, señala y luego precisa: “Siempre lo explico en los barrios. El rol central del gobierno no pasa sólo por el dinero. Lo más importante es que se convierta en el órgano que conciba y planifique la iniciativa para que luego los distintos organismos del estado municipal ejecutar la idea  de manera descentralizada. Eso significa acondicionar propiedades municipales que ubicadas en distintos puntos de la ciudad sirvan para montarlos, afectar oficinas que articulen con el estado provincial para conseguir lugares allí donde el municipio no tenga, realizar convenios con productores locales que provean productos al por mayor que posibiliten ofertar los mismos en los barrios a precios menores”.

Explica también que la iniciativa al estar destinada para los sectores más afectados por la economía, es necesario crear una base de datos a partir de información sustraída de Anses y otras instituciones públicas de asistencia social. “Se armarían bases de datos para conocer quiénes son los que realmente requieren el beneficio de los precios bajos de los supermercados sociales”, finaliza.