Mauricio Macri aspira redondear un apoyo que rondaría los U$S 35.000 millones, por encima de las necesidades financieras hasta el final del mandato presidencial en diciembre de 2019.

El préstamo “stand by” incluiría a otros organismos multilaterales como el Banco Mundial, el BID y la CAF. En Casa Rosada aseguran que esa medida superará la «turbulencia cambiaria».

La idea del gabinete macrista es: garantizar los pagos de deuda, y en efecto volverá la paz cambiaria y entonces podran concentrarse en la inflación, que ya se proyecta por encima del 25% para este año, según estimaciones de las principales consultoras privadas.

El Gobierno necesita unos U$S 31.000 millones de dólares para completar las necesidades financieras hasta fines del año próximo, aunque los recortes que se vienen anunciando reducirían esas obligaciones por debajo de los U$S 30.000 millones. Eso le permitiría al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, prometer un déficit fiscal por debajo del 2,5% del Producto Bruto para este año, y del 1,5% para el 2019, con el fin de tranquilizar a los mercados. Para lograrlo, necesitará negociar con la oposición, y en especial los gobernadores, para votar un exigente Presupuesto en el último año de mandato, y que las provincias acompañen el recorte de gastos. El otro gran desafío de este mes es el vencimiento por otros $600.000 millones en letras del Banco Central.

Hacia fines de la semana próxima, el presidente Mauricio Macri se cruzará con la jefa del FMIChristine Lagarde, en el marco de la reunión del G7 en Canadá.

Tal vez allí empiece a definirse el monto del nuevo salvavidas que los organismos internacionales brindarán a la Argentina. Desde que Mauricio Macri anunció el inicio de las negociaciones con el FMI, las acciones y los bonos argentinos no dejaron de caer. El riesgo país volvió a superar el nivel de 500 puntos reflejando la desconfianza que persiste aún tras la fuerte decisión adoptada por el Gobierno.