Vecinos de la ruta 51, en la zona de La Silleta, acusan al intendente de Quijano, Manuel Cornejo, y a funcionarios provinciales de hacerlos “perder tiempo” y no darles respuesta al reclamo por servicios públicos.

Prometen y no cumplen. Eso piensan del secretario provincial de Tierra, Fernando Martinis, y del intendente de Campo Quijano, Manuel Cornejo, los vecinos de Villa El Sol, Villa El Dique, Villa Lola, Villa Don Carlos, y de los parajes La Florida, El Milagro, Los Robles y zonas aledañas a la ruta 51 en la zona de La Silleta.

“La población pide ser escuchada, solicitan a la autoridades acordar una reunión en la zona para que todos los vecinos puedan dialogar con los funcionarios para de llegar a un acuerdo para proseguir el trámite y lograr de una vez por todas la escrituración de los terrenos y saber a qué se refieren expresamente con la primera etapa del proyecto de agua” aseguran y advierten que “los vecinos de ruta 51 no bajarán los brazos hasta conseguir que autoridades municipales, provinciales y nacionales garanticen el legítimo derecho de regularizar la situación de sus viviendas, ya que todavía no han podido escriturar y tienen la posesión ‘lícita’ de un inmueble para uso familiar por el cuál pagan sus impuestos”.

Reclaman por los servicios de luz, agua, limpieza y desmalezado y la regularización dominial de los terrenos que ocupan. Además, aseguran que las autoridades quieren distraerlos y hacerles perder tiempo y responsabilizan a Martinis y Cornejo por la falta de respuestas concretas.

La semana pasada, Cornejo y Martinis junto a otros funcionarios como el secretario de Servicios Públicos, Carmelo Russo, y el director de Aguas del Norte, Javier Jurado, estuvieron con los vecinos de la “Comisión Interbarrial Ruta 51” pero no aportaron soluciones concretas a los reclamos.

Peor aún, ante el reclamo por el servicio de iluminación que según dicen  no les prestan, los vecinos recibieron una increíble respuesta por parte del intendente Cornejo. “Si no les gusta, lo dan de baja” dijo altanero el jefe comunal, según el testimonio de los presentes en la reunión, y motivó el enojo de los vecinos que ahora analizan como llevar sus necesidades a despachos con real poder y voluntad de resolverlos.