River y Rosario Central definirán la Copa Argentina esta noche desde las 21.10. El campeón también clasificará a la Libertadores. Transmitirá Canal 13.

La final que River y Rosario Central disputarán esta noche en en Córdoba tendrá mucho en juego. Ambos buscarán por primera vez levantar la Copa Argentina e irán tras esa última plaza tan anhelada para la Copa Libertadores 2017. Pero al margen de lo que suceda adentro de la cancha, del otro lado de la línea de cal también hay un partido crucial. Es el de los entrenadores. Porque Marcelo Gallardo y Eduardo Coudet se exponen a diferentes situaciones en 90 minutos.

El Muñeco quiere darle continuidad a su exitoso ciclo con otra estrella mientras que el Chacho buscará coronar con un título su inminente salida del equipo rosarino. Detrás de ellos, además, hay una historia.

Gallardo y Coudet se conocen desde agosto de 2003 cuando el Muñeco pegó la vuelta a River desde Francia. El Chacho era uno de los referentes de aquel equipo de Manuel Pellegrini y ambos compartieron el liderazgo tras el arribo del talentoso enganche. Sin embargo, jamás hubo química entre ellos. Siempre se respetaron pero las diferencias en la personalidad y el carácter de cada uno hicieron que no congeniaran. “Coudet era el jodón del grupo, el que siempre estaba dispuesto a las bromas y tenía cercanía con los más jóvenes del plantel. Y Gallardo se prendía a las bromas pero era más racional y temperamental”, le contó a Clarín una persona que tenía acceso al vestuario de River en aquella época.

Pasaron los años y ambos se hicieron entrenadores. A Gallardo, después de sacar campeón a Nacional de Uruguay y de un parate de dos años, lo llamaron de River para reemplazar a Ramón Díaz, nada menos. Y la historia ya es conocida: cinco títulos internacionales (dos Recopa, una Libertadores, una Sudamericana y una Suruga Bank) y dos eliminaciones a Boca en dos años y medio son los laurales que tiene colgados el técnico millonario. En tanto, a Coudet le falta coronar con un título su buen trabajo en los casi dos años que lleva al frente de Central.

La situación del entrenador canalla está más clara. Si bien él no lo confirmó y dijo que de su futuro hablaría después de la final, en Rosario es vox populi que esta noche, luego del encuentro, dejará de ser el técnico de Central, gane o pierda. Y en eso mucho tiene que ver el desgaste que hay con su plantel.

Por su parte, la idea de Gallardo siempre fue cumplir con su contrato que vence en diciembre de 2017. Y una victoria, además de darle el sexto título como entrenador de River, le otorgará la posibilidad de jugar la Libertadores, su gran obsesión como la de todo el mundo millonario. Pero, en el escenario de una derrota, su continuidad no está asegurada. Sería otro golpe duro que se sumaría al de la derrota del domingo en el Monumental ante Boca. Y dejaría a River -y a Gallardo- prácticamente huérfano de objetivos para el año que viene.

En los métodos de trabajo se encuentran coincidencias y similitudes entre los perfiles de Coudet y Gallardo. Ambos están muy encima de todo lo que se hace. Se exigen a sí mismo de la misma manera que lo hacen con sus futbolistas y sus colaboradores. Son detallistas, estrictos y buscan la perfección. En cambio, tienen diferencias en la forma de relacionarse con el resto. “El Chacho, en la intimidad, mantiene ese espíritu descontracturado que tenía cuando era jugador. Y apela a la motivación para acercarse a los jugadores, al estilo Ramón Díaz. En cambio, Gallardo tiene una relación más distante, rígida y hermética, al estilo Passarella. Aunque, a diferencia del Kaiser, se suelta más y con los que tiene más confianza es más receptivo”, aseguró un allegado a ambos.

Fuente: Clarín