Tras el revuelo que provocó la publicación de una nota que daba cuenta de las preferencias sadomasoquistas de un funcionario del PJ, nuevas pruebas destapan la lata de obscenidades.

Una carta comprometedora llegó hasta nuestra redacción tras el bochorno en el que inquieran los funcionarios gubernamentales que al parecer intentaron tapar la verdad, incluso haciendo desaparecer expedientes, órdenes judiciales y demás comprobantes de una realidad que nosotros, comprometidos como estamos con la información, no vamos a ocultar.

La misiva está firmada por P.A. Jerónimo, y transcribiremos algunos fragmentos, los más importantes por ahora, puesto que en siguientes ediciones desglosaremos el resto de la información que aún no ha sido debidamente chequeda.

Denunciamos la semana pasada que un funcionario ligado al PJ fue hallado in situ mientras le practicaban una sesión de piromasoquismo, una práctica que en este caso implicaba una vela encendida y cera caliente en las nalgas del antedicho funcionario.

Tras publicar esta información, los la policía de la provincia salió a desmentir tales sucesos, que por falta de pruebas judiciales, no podían constatarse. A lo que nosotros ahora respondemos con este testimonio que promete abrir la caja de pandora en lo que a fiestas eróticas, parafilias, desviaciones sexuales de fondos y licitaciones truchas respecta.

Lo que reveló Jerónimo en el escrito que nos llegó es que él se hace cargo de haber regenteado uno de estos burdeles de extraños placeres pejotistas y además asegura que: “si se ha silenciado la investigación sobre la cual ustedes publicaron una nota la semana pasada, es simplemente porque están en lo cierto y esos lugares a los que acuden distintas líneas del poder que buscan la discreción por sobre todo, están repartidos en distintos puntos de la ciudad, en barrios tranquilos, e incluso departamentos del microcentro. Sin ir más lejos, deberían investigar la casona cerca del monumento a Güemes donde se sabe que se juntan algunos diputados e incluso ministros, todos practicantes de la coprolalia; o cerca del parque 20, donde se han realizado extensas sesiones de dendrofilia, y a más de uno se le fue la mano y terminó con una rama en el hoyo; averigüen también ese caso famoso del concejal que cayó a la guardia del San Bernardo luego de una fiesta negra en la que por darse a los placeres fue eyaculado por un pastor alemán en el ojo, y casi lo pierde”.

Pero esta es la punta del profundo témpano de placer político, que sabemos supera la simple cleptolagnia o excitación sexual al robar, y tenemos la carta que puede no dar nombres, pero sí indicaciones certeras de aquello que se sabe en voz baja, pero se oculta al público. Se ha abierto el sado-peruca gate y nuestro compromiso con la información será hasta el final, o hasta que una carta documento nos amenace.