Después de 8 años con una mujer en el cargo político más importante de la Argentina, regresa la figura de la primera dama. Madre, constructora de hogares, elegante y sobria son las palabras que, de acuerdo a los medios, representan a Juliana Awada.

El 10 de diciembre Mauricio Macri asumió la presidencia de la Argentina y junto a él, durante el particular proceso de traspaso, estuvo se esposa, Juliana Awada. Los medios de comunicación cubrieron cada segundo del acto y no evitaron dedicarle unas cuantas palabras a Awada, quien representaba la imagen perfecta de la primera dama.

Como es habitual cuando los medios colocan a las mujeres como protagonistas, en general, el primer detalle que se destacaba sobre Awada era su atuendo. “Sobria”, “elegante”, “distinguida”, fueron algunas de las palabras con las que se describió a la primera dama. Tanto Clarín como La Nación dedicaron notas solamente para hablar acerca del look de  Awada. “Atractiva, delgada, elegante, parece tener todos los condimentos para recibir un 10 en estilo”, escriben en la nota titulada Elegante y distinguida, Juliana deslumbró con su sencillez, publicada por Clarín. En la nota de La Nación, «Simple, natural y elegante», el look que eligió la primera dama realizan un análisis de los tres cambios de vestuario que realizó Awada a lo largo del día: “Fue evidente su modernidad, discreción y pasión por la moda: el vestido de encaje que lució en el saludo desde la Casa Rosada lo diseñó ella”.

Juliana-Awada-verde

Este lugar en el que los medios la presentan es el mismo en el que ella se ubica a sí misma. En entrevistas que realizó luego de la asunción de Macri, Awada comentó: “No creo que sea necesario meterme de una forma política para ayudar. Desde mi lugar voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para cumplir con el rol de primera dama, con mi estilo y mi impronta personal, sin perder mi esencia, pero colaborando en todo lo que pueda y estando al servicio de todos los que lo necesiten”, (Perfil, Juliana Awada: “Cumpliré mi rol de primera dama con mi estilo y mi impronta personal”).

El Suplemento Las 12 de Página12 publicó un perfil sobre Awada con una mirada más crítica que los otros medios. La nota titulada La era de hielo describe a la primera dama en ese papel estereotipado y autoimpuesto: “Cuidar al hombre, acompañarlo, mirar de lejos la empresa familiar, aportar algo pero siempre respetando la trayectoria de los que saben (el marido, la Santa Madre) son los trending topic del discurso que Juliana Awada viene regalando con sonrisas a quienes tuvieron la suerte de entrevistarla en las últimas semanas”. Sin embargo, ninguno de los medios habla del rol de empresaria de Awada. Solo se menciona su aspecto físico y su papel de madre y esposa.

Es habitual que las mujeres en la política se vean sometidas a todo tipo análisis y rotuladas de acuerdo a los típicos estereotipos femeninos. Cristina Fernández de Kirchner finalizó su segundo mandato y La Nación publicó una nota titulada 15 looks de Cristina que marcaron la era kirchnerista. La pieza, que en realidad son imágenes con algunos de los atuendos de la ex presidenta, explica: “así como se ocupó de dirigir cada detalle del gobierno, su vestuario también se mantuvo bajo su atenta mirada” y menciona algunos casos como “desde el limpísimo blanco para asunción hasta el riguroso luto, pasando por las telas floreadas y las llamativas calzas”, dedicando una nota a describir los 8 años de presidencia de Fernández de Kirchner según sus atuendos, algo sin duda nunca hecho con un primer mandatario.

Días más tarde, el 14 de diciembre, Perfil publicó una nota firmada por Mariana Arias que fue ampliamente criticada en las redes sociales. Dicha columna, titulada Cristina, lejos de los atributos femeninos, critica la ex presidenta a partir de consideraciones sobre todas aquellas características que socialmente “hacen” a una mujer. Arias escribió: “… se retiró del poder muy a su pesar y sin transmitir ni una pizca de amor, sentimiento femenino por excelencia” y “la mujer tiene intuición y dulzura, cualidades que le faltaron a Cristina”. Según la modelo y comunicadora, por no tener ese amor y dulzura Fernández de Kirchner “hizo todo lo posible por avivar el resentimiento para dividirnos”. Hace referencia a la figura de la familia, colocando a la ex presidenta en el lugar de madrEn la misma semana la Revista Noticias publicó un número con una (otra) tapa repudiable. En la imagen  se podía ver  en primer plano un grupo de hombres (entre los que encontraban Mauricio Macri, Daniel Scioli y Sergio Massa, entre otros) con túnicas y la cara semi tapada mientras en el fondo se la observa a Cristina siendo quemada en la hoguera. La revista buscaba hablar de un pacto entre estos hombres para quitar del poder a la ex mandataria, pero la imagen retrotrae a una época donde las mujeres eran perseguidas y asesinadas bajo el rótulo de brujas. Una vez más, Noticias ejerció violencia simbólica y mediática contra Fernandez de Kirchner, actitud que tuvieron durante los dos mandatos de la ex presidenta y que reflejamos en varias notas.

Los medios de comunicación son actores clave que contribuyen a la construcción social de “lo femenino” y del “lugar de las mujeres”, y desde ese lugar son formadores de opinión.  Si nos guiamos por los contenidos de los medios en estas semanas, al parecer las mujeres vinculadas con la política deben responder siempre al “ideal de la femeneidad”: como primera dama, debe acompañar callada y con una perfección en su imagen; o como política, no puede desvincularse de las características que se consideran “propias de las mujeres”, reforzando una imagen de la mujer vinculada con la maternidad, la abnegación y los cánones de belleza y elegancia que socialmente son otorgados a la figura femenina. En este último caso, si la mujer se muestra cariñosa, es muy blanda para ejercer un lugar de poder, pero si se muestra dura, le falta cariño. Los medios, mientras tanto, responden con una caza de brujas. Ahora, después de 8 años, Argentina deja de tener una mujer en el lugar más alto de la jerarquía política y recupera la figura de la primera dama. ¿Qué se espera de Awada? Que esté al lado de Macri, con su hija en brazos, acompañándolo, en su rol como esposa del presidente.  Será muy interesante ver cómo retratan los medios de aquí en adelante a otras mujeres que comienzan a jugar roles importantes en la política: conduciendo gobiernos provinciales (entre ellos, la provincia de Buenos Aires), municipales (como el Municipio de La Matanza, territorio clave del conurbano bonaerense), así como la vicepresidencia y (muy pocos) ministerios.

Fuente: ELA