Es casi inevitable que Carlos Martínez Frugoni se convierta en el próximo Juez Federal de Tartagal. El notable silencio de la mayoría de legisladores nacionales, los avales políticos y la metáfora del hombre sumariado por un faltante de dinero. (Aníbal Roldan)

En política hay ciertas cosas que están decididas pero que deben pasar algunos pasos formales. El mejor ejemplo de la semana fue lo ocurrido el miércoles 7 en la Audiencia que se llevó a cabo en la comisión de Acuerdos y Designaciones del Senado nacional por la impugnación presentada a la designación de Carlos Martínez Frugoni. Allí se pudo apreciar el notable apuro por imponer como Juez Federal de Tartagal al ex secretario del influyente Oyarbide. En efecto, Martínez Frugoni pasó  no sin derramar sangre, sino más bien, sin despeinarse por un escenario donde podría haber sido puesto incómodo. Tan solo dos minutos de descargo le bastaron para sortear la Audiencia.

Las formas

Rodolfo Urtubey, antes de su intervención, ya había dado prueba de que es un político muy bien entrenado en el trato precavido y correcto: con formalidad y discreción, dirigió la comisión; primero leyó la impugnación presentada por el salteño Pablo López del PO y luego le dio la palabra a Martínez Frugoni, quien dijo que sus antecedentes “nada tienen que ver con la situación difícil que atraviesa Salta por problemas de narcotráfico”. Y para justificar el faltante de dinero por el cual fue acusado soltó una metáfora vulgar: “fue una de las tantas cosas que suceden en una Secretaria Penal donde la agilidad de trabajo hace que se cometan ciertas irregularidades y que se escape la perdiz”, fue la expresión utilizada. “La responsabilidad objetiva es del secretario, la asumí y tuve una sanción”, señaló desligándose de cualquier responsabilidad.

Después, el hermano del gobernador consultó si alguien quería hacer uso de la palabra pero nadie realizó preguntas. Así terminó todo velozmente. “Con los antecedentes de esta persona como mínimo tenés que preguntar los motivos de las sanciones y los detalles. Los senadores tenían la obligación de preguntar pero no lo hicieron, ni siquiera el presidente de la comisión Rodolfo Urtubey, que es senador del oficialismo por Salta”, declaró a Cuarto Poder, Pablo López. Actitud similar a la de Urtubey tuvieron el resto de los legisladores salteños, aunque no sería justo meter a todos en la misma bolsa, ya que como quedo dicho, López pataleó hasta donde pudo para alertar sobre la polémica designación.

Siguiendo el desenvolviendo de los hechos, era de esperar que suceda lo que pasó. No por nada Rodolfo Urtubey, presidente de la Comisión de Acuerdos, había salido a bancar la trayectoria judicial del hombre propuesto por  Macri, declarando a la prensa que el hecho de que se encuentre quinto en orden de mérito no le restaba profesionalismo y que los antecedentes negativos que se conocieron no lo imposibilitan para ejercer el relevante cargo.

A su vez, el consejero de la Magistratura de la Nación, Luis María Cabral, en igual sentido declaró en el programa radial de Natalia Nieto que las impugnaciones realizadas desde la izquierda “no tenían  peso” puesto que “si bien se abrió un sumario en su contra, fue ejecutado por responsabilidad objetiva y no dolosa, por lo que quedan descartadas las consecuencias”.

«Cuando fue secretario en 1999, Martínez Frugoni recibió un sumario en la causa Pérez/S Infr. Ley 23737; hubo un faltante de dinero de la caja fuerte y aunque se acreditó que no tenía nada que ver, se lo sancionó con un 10 % de multa en su sueldo”, indico en la misma entrevista Cabral e informó que «el 19 de diciembre será el concurso para cubrir la vacante del Juzgado Federal de Orán».