El anuncio de unas obras expuso las internas en el gabinete municipal y amenaza con generar un problema por el financiamiento de las mismas. La secretaria de Obras Públicas, María Beatriz Blanco, tuvo un duro cruce con otros funcionarios. (Gonzalo Teruel)

A comienzos de semana el intendente Gustavo Sáenz convocó a la prensa y anunció la realización de importantes obras para la ciudad por un monto cercano a los $60 millones. “La inversión de la obra es de $58 millones y comprende el mejoramiento de 314 cuadras en el micro y macrocentro, así como en los barrios Asunción, Canillitas, El Huaico, Mirasoles y Portal de Lesser” detalló el jefe comunal y explicó que “la agenda que marcaba la gente planteaba la necesidad de mejorar las calles, es una situación que heredamos pero no miramos hacia atrás sino para adelante y tenemos que solucionar el problema”.

“No lo hicimos antes porque era época de lluvias y no íbamos a gastar dos veces. Queremos que los recursos de los vecinos sean gastados como corresponde. Las obras se realizan con material de calidad para que la obra dure” añadió en un claro mensaje de diferenciación con su antecesor Miguel Isa.

Pero este anuncio, sin embargo, expuso las internas en el gabinete municipal y amenaza con generar un próximo problema por el financiamiento de las obras propuestas. Según pudo saber Cuarto Poder, la secretaria de Obras Públicas, María Beatriz Blanco, se anotició del contenido del anuncio apenas unos instantes antes de la conferencia de prensa y recién ahí pudo conocer el detalle de las obras que deberá realizar.

Por eso, antes de ingresar a la sala de prensa del Centro Cívico Municipal tuvo un duro cruce con otros funcionarios. “Esto no es así, está mal, no corresponde” le reclamó al director de Inspecciones, Francisco Agolio. Intervino la responsable de Prensa, Adriana Cigno, que suplicó “no hagas más lío Kity, ya te dijo Pablo” y tuvo éxito porque Blanco compartió el estrado con Sáenz y con el coordinador de la Intendencia, Pablo Outes, con quien también había discutido.

Su principal colaborador, el subsecretario Ignacio Pancetti, en cambio no fue de la cita y escuchó por radio las palabras del intendente. Antes se había peleado con Outes por la situación.

“Dejáte de joder con eso de Buenos Aires. Este es el plan (de obras) y vos no participás de la conferencia de prensa” le dijo el hombre fuerte del gabinete y terminó la discusión. En efecto, Pancetti estuvo en su despacho durante la conferencia y escuchó, con bronca y sorpresa, que Agolio hiciera uso de la palabra antes que el intendente.

Al término de la conferencia Sáenz y Outes concedieron varias entrevistas a los medios de prensa mientras que Blanco, en cambio, casi no respondió a los periodistas y confirmó su cada vez más notorio aislamiento en el gabinete municipal.

“Nadie pudo explicar si los 58 millones que se van a invertir en esos trabajos forman parte de los 159 millones previstos en la actas de obra por la ley provincial que autorizó la emisión de títulos públicos”, reveló un funcionario municipal y advirtió que “lo que sí se sabe es que las calles que van a pavimentar o repavimentar forman parte de un programa que Obras Públicas tiene incluido en el esquema de trabajos del área centro con financiamiento nacional que el intendente podría firmar en los primeros días de setiembre”.

En efecto, de no mediar un imponderable de última hora, Sáenz anunciará el próximo miércoles 7 de septiembre un millonario aporte (no reembolsable) del gobierno nacional para la realización de obras en el macrocentro y en el casco histórico de la ciudad. “Es decir que estos trabajos anunciados tendrían doble financiación, con fondos nacionales y con fondos propios municipales o provinciales” indicó el funcionario y auguró un próximo e inevitable escándalo para la administración municipal.

Según concluyó, Pancetti (y también aunque en menor medida Kity Blanco) es “demasiado detallista y puntilloso, y eso es igual a mucho control algo difícil para la Municipalidad acostumbrada a una gestión más liviana y rápida”.