Por el caso Maldonado, Alfredo Olmedo pidió que se condecore al gendarme Echazú, uno de los sospechados por la muerte de Santiago Maldonado. Al parecer el diputado derechista se envalentonó con el triunfo macrista en el país. (Aníbal Roldan)

“Voy a hablar un poquito sobre el caso Maldonado”, anunció vestido con su clásica campera amarilla el diputado salteño Alfredo Olmedo. El hombre no parecía sentirse nervioso ni con miedo a protagonizar un papelón.

“Si la justicia es justicia, tiene que investigar al ´testigo E´ –dijo el diputado, en referencia al mapuche que habría testificado reservando su identidad ante abogados de la APDH-: primero por falso testimonio y después por abandono de persona, porque declaró que Santiago Maldonado murió ahogado eso porque lo abandonó”, dijo.

Si bien para varios ya todo era disparatado por el contexto de conmoción que se vivía en el país, Olmedo siguió. “Y al gendarme que está lastimado,(en referencia a Emmanuel Echazú, quien sufrió una fractura de mandíbula, según sus dichos, por un piedrazo durante la represión), que estaba obedeciendo a su patria y honrando a su patria, lo deberán condecorar”, señaló.

En el razonamiento fascistizante de Olmedo, un mapuche perseguido por la represión ilegal de la Gendarmería debería ser castigado por la justicia. Aunque casi nunca tenga un fundamento riguroso el legislador se caracteriza por sus posiciones reaccionarias, siempre del lado de los poderosos. Su conducta responde a una cuestión de clase: su familia es una de las más grandes latifundistas de la provincia y es uno de los grandes beneficiados del meganegocio de la soja. Olmedo generalmente vota en bloque con el oficialismo. Con el cual se muestra diferente pero a la hora de cosas importantes siempre esta de su lado.

Echazú no sólo es uno de los principales sospechosos en lo que respecta a los últimos momentos en que se vio con vida a Santiago Maldonado, sino que además mintió ante la justicia acerca de que no había llegado a la orilla del río, contradiciendo el informe que él mismo redactó de puño y letra luego de que se realizaran los aprestos represivos, incluso a pesar de tener una fractura doble en la mandíbula.

En el mundo de Olmedo la justicia debería funcionar al revés: castigando a las víctimas y premiando a los victimarios. Olmedo lo dice. Es el espíritu que anima a Patricia Bullrich, Pablo Noceti y Elisa Carrió, que encubren a los culpables y apuntan sus dardos contra Santiago Maldonado.

Como para confirmarlo, un diputado de Cambiemos se acercó a felicitarlo por su intervención. Esta más que obvio que comparten los mismos sentimientos, esto para no exagerar diciendo de que están del mismo campo político.