Jorge Brito, el poderoso banquero dueño del banco Macro, se tomó licencia de la entidad. Es porque en el juicio por el caso Ciccone el arrepentido Alejandro Vandenbroele lo vuelven sospechoso de haber estado detrás de la compra.

Jorge Horacio Brito envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV) una carta solicitando licencia como presidente y director del Banco Macro y argumentó que su alejamiento es “para preservar a la entidad de los ataques de los que está siendo objeto en el orden personal”.
“Lo hizo el viernes por la tarde, horas después de que el juez federal Ariel Lijo homologara el testimonio de Alejandro Vandenbroele como arrepentido en el caso Ciccone Calcográfica”, precisa el diario Pérfil quien también informó que las acciones del Macro cayeron tras las primeras noticias de los supuestos dichos de Vandenbroele.
Como se recordará, el abogado se convertido en el primer imputado en acogerse a la nueva ley del arrepentido y declaró ante el fiscal Jorge Di Lello, cómo The Old Fund se hizo con la imprenta de billetes Ciccone Calcográfica, un capítulo que no está contemplado en el juicio contra Amado Boudou y sus socios. Forma parte de un segundo expediente que se postergó. El testimonio del abogado apuntó al origen del dinero y a dos banqueros: Brito y Raúl Moneta.
Vendenbroele habría declarado que el ex presidente Néstor Kirchner encomendó que la imprenta de billetes quedara en manos de capitales argentinos. El entonces ministro de Economía se encargó de las maniobras. The Old Fund se usó como pantalla porque ninguno de los dos empresarios -Moneta y Brito- podía aparecer quedándose con la empresa. La entonces presidenta Cristina Kirchner los detestaba. A Moneta, por menemista, y a Brito, porque le adjudicaba la corrida bancaria de 2010, según transcendió en los medios esta semana.
En la causa, consta que una financiera, Cooperativa de Crédito Marítima del Sur Limitada, fue la vaca lechera de The Old Fund para pagar las deudas de Ciccone. De acuerdo al INAES -el organismo que regula a las cooperativas-, la Cooperativa “habría realizado una mera intermediación financiera entre el Banco Macro y sus asociados, debido a que contaba con un escaso capital social que no le permitiría los volúmenes de los préstamos solicitados, recibiendo anticipadamente los fondos de las cesiones de los valores en el Banco Macro”, según el documento al que accedió PERFIL.
La Cooperativa de Crédito Marítima del Sur Limitada poseía tenía entonces dos cuentas corrientes en dicho banco. La cooperativa era manejada por Cirilo Zavalia, le prestó a la nueva Ciccone más plata de la que tenía en su sistema operativo. Debió endeudarse en el sistema financiero, confirmaron fuentes judiciales. Cinco empresas relacionadas directamente con Zavalía funcionan en Maipú 374. Allí tiene una de sus sedes la empresa financiera Gestiva SA, socia del Banco Macro.