En una clara actitud homofóbica desde el colegio que cobra 15 mil pesos de cuota mensual aseguraron que el joven no cumple con los «cánones religiosos de la institución». En una carta la familia devela “la hipocresía de la clase alta salteña”.

No solo sufrió el hostigamiento de compañeros y autoridades tras declarar abiertamente su homosexualidad, sino que fue expulsado de la institución, incluso quisieron “curarlo”.

Se supo que a los directivos y profesores del colegio, uno de los más caros de la capital salteña, también les molestó la utilización de una pulsera con los colores de la bandera del orgullo gay.

La hermana del joven y también ex alumna de la institución publicó una carta donde se refiere a la “la hipocresía de la clase alta salteña”.

“Que el Colegio Santa María amanezca con su pulcra y blanca pared de la calle Coronel Suarez decorada por la palabra HOMOFÓBICOS definitivamente hubiese despertado un par de murmullos, y sabemos que en Salta, no hace falta más que eso para formar una imagen, la imagen que se merecen por supuesto», describe la joven en la carta.