Allanaron una casa en Bariloche y encontraron que el dueño tenía guardadas desde 1999 todas las colillas de cigarrillos de marihuana que había consumido: 420.420 dosis de papel con resina fueron incautadas.

El allanamiento sucedió en un domicilio ubicado en la calle Frey entre Yatasto y Almirante Brown, donde la policía de la zona llegó alertada por unos vecinos que aseguraron en ese lugar se vendía droga. La sorpresa de los uniformados se dio cuando descubrieron que en el lugar no había indicios de venta de estupefacientes al menudeo, pero sí de consumo indiscriminado de sustancia vegetal disecada, sobre todo bajo la modalidad conocida como “porros”, palabra que en la jerga de los adictos denomina a los cigarrillos elaborados a base de marihuana.

No se hallaron más que dos (2) “porros” enteros en el domicilio, pero en el fondo de la casa, encontraron una cantidad más que importante de “tucas” (palabra utilizada para denominar al residuo de la droga) que tras ser sometidas al narcotest dieron positivo y en total arrojaron un pesaje de 136 gramos.

El dueño de la vivienda, Armando Flores (44), adujo que esa era una colección personal que venía llevando adelante desde fines de los años noventa, y que no debía ser considerada como droga, sino como un sano pasatiempo. “Así como hay giles que colecciones sellos de correo, monedas y demás pelotudeces, yo colecciono tucas, y cuál es”, aseguró Flores mientras era llevado a la comisaría para luego ser puesto a disposición de la justicia.