A meses de dejar el municipio que gobernó durante décadas y por el cual fue denunciado por malversación de fondos, un informe de auditoría confirma que el intendente de Cerrillos Rubén Corimayo se valió del caos para sacar réditos financieros. 

Rubén Corimayo estuvo al frente del municipio de Cerrillos durante cinco mandatos consecutivos. Los mismos supusieron dos décadas de gobierno durante los cuales acumuló procesamientos por los delitos de peculado, peculado en concurso ideal con negativa a entregar bienes, abuso de autoridad y fraude a la administración pública. Las causas, finalmente, quedaron en la nada al punto que el propio Corimayo pretendió ser re-re-re-reelegido por un sexto mandato en mayo pasado cuando fue derrotado por la candidata romerista Yolanda Vega.

El informe de la Auditoría Provincial es bastante extraño en lo que a tiempos se refiere -evaluó la ejecución presupuestaria 2011, los trabajaos de campo empezaron el 21 de agosto de 2013 y culminaron el 16 de diciembre de ese año, la redacción definitiva del informe ocurrió en diciembre de 2014 y la publicación del mismo ocurrió el viernes 24 de julio de 2015- pero permite pensar que el caos institucional no siempre debe interpretarse como un límite del gobernante sino un aliado fundamental de este para hace desaparecer dinero público sin que haya pruebas fehacientes de a dónde ha ido a parar el mismo.

Algunos botones de muestran alcanzan para graficar lo recién enunciado: los auditores encontraron que durante agosto y diciembre de 2013 Corimayo era el jefe de una municipalidad cuyo padrón electoral contaba con casi 30.000 ciudadanos y poseía un presupuesto de casi 15 millones de pesos pero carecía de un tesorero. Tamaña ausencia, explica que los mismos auditores expresaran que las autoridades municipales no pusieran a su disposición rendiciones de cuentas u otros tipos de documentación, sólo entorpecieron los trabajos de evaluación. No fue lo único ni lo más grave, en tanto el municipio de Cerrillos carecía en ese 2013 de ordenanzas que regularan los regímenes de contrataciones, contabilidad, registros informáticos de operaciones municipales, funcionamiento de tesorería y el régimen de obras públicas.

Semejante vacío que favorece a quien en nombre de los votos se arroga la facultad de decidir, sólo puede provocar irregularidades de todo tipo. La macro irregularidad es la siguiente: en el año 2011 el presupuesto aprobado de Cerrillos era de $14.764.240 pero los gastos ejecutados fueron de $20.451.216. De dónde provino ese 38,5% más de dinero no se sabe muy bien con lo cual tampoco se sabe si hubo aún más dinero del declarado.

El caos

De ese total de dinero gastado los auditores tomaron una muestra de $15.643.166 para ver si a la hora de ejecutar se cumplieron los procedimientos contemplados por la ley. Sólo el rubro “Personal” con $9.766.983 estuvo casi bien, en el resto de las partidas las irregularidades abundan. Veamos.

El municipio dice haber gastado en “Combustibles y Lubricantes” $731.931 y para evaluar los gastos, los auditores eligieron una muestra de 26 órdenes de pago por un total de $421.787 para descubrir que, en todos los casos, no se archivaron los comprobantes respaldatorios ni se realizaban las retenciones impositivas como manda la ley; en el rubro “Repuestos y accesorios” Corimayo dijo gastar $102.729 y los auditores analizaron una muestra de $60.290 registrados en 42 órdenes de pago que en todo los casos carecían de retenciones impositivas y lo mismo ocurre en casi todos los rubros. Hay varias en donde el pago del dinero está acompañado de rúbricas garabateadas que el beneficiario no se molestó en aclarar quedando en el anonimato, órdenes de pago que presentan documentación incompleta y otras donde directamente carecen de documentación e incluso de la firma del supuesto beneficiado.

Los gastos por el llamado “Fondo de la Soja” son los más ilustrativos del caos aliado de la corrupción por involucrar una masa de dinero importante y evidenciar irregularidades manifiestas. El rubro tenía asignado $2.335.488 y los auditores evaluaron una muestra de 25 órdenes de pago que en conjunto sumaron $1.636.893. De este último monto, $384.848 fueron abonadas con órdenes de pagos (las Nº 262, Nº 1.797, Nº2.087, Nº260 y Nº 504) irregulares: sea porque carecían de documentación respaldatoria, incompleta, sin originales de facturas o sin la firma de beneficiario. Eso no es todo. Con el mismo ítem debían financiarse cinco obras  que en principio iban a costar $1.638.317 aunque terminaron costando los $2.335.488 ya mencionados, lo que suponía una diferencia de $697.170 que, aclararon los auditores, no contaba con “la documentación técnica correspondiente”.

La frutilla del postre de todo el desmadre, sería mostrar que a todas las irregularidades y desmanejos le siguen indisimulables límites de gestión municipal. El gobierno de Corimayo hace también posible esta variable. Y es que en el programa “Una casa para tu hogar” que por un monto de $600.000 debía garantizar 40 casas para familias de escasos recursos, los auditores denunciaron que: de las 40 unidades habitacionales se hicieron 36, algunas casas carecen de cielorraso, de estas las paredes que separar el único ambiente no llegan al techo  por lo que no queda aislado el baño del resto de los espacios. Esto provoca, dicen con recato los técnicos, inconvenientes obvios que acá podríamos traducir así: olor a mierda.

Las irregularidades siguen pero son tantas que conviene sintetizarlas remarcando que las recomendaciones realizadas por los auditores fueron veinticinco.