Está listo el libro sobre Perro Ciego, banda que hace poco cumplió 25 años y sacó un nuevo disco. Conversamos con Tony López, autor de “Estabas ahí”, quien nos contó el proceso de escritura de uno de los primeros libros sobre el rock en Salta. (R.E.)

En un punto entre el primer y segundo vino Tony López nos va a confesar que no está seguro de que este sea un libro por la falta de rigor literario o escritural. También nos va contar que antes de publicar el libro no tenía mucho contacto con lo que podemos llamar literatura sobre el rock, porque viene más del palo de las revistas y no tanto del de los libros: “Tengo un archivo muy grande desde hace 25 años, desde la mítica Pelo, la Rock & Pop, que son las revistas que marcan de alguna manera el pulso de los 80 que es cuando yo comienzo a escuchar rock, porque siempre me interesó informarme y eso también te crea una buena base de conocimientos. Es como una veta que puede ser explorada por muchos otros”.

Antes que escritor o periodista, él se reconoce como un difusor del rock argentino, federal, independiente. Con La Balsa está hace 17 años en la radio, “tengo la posibilidad de conversar semanalmente con bandas de todo el país y mostrarlas en Salta, cosa que no sucede en otras radios por una cuestión comercial, de mercado o como le quieras llamar”, dice Tony que tuvo ya un contacto escritural durante la década de los 90 en fanzines y revistas efímeras, para luego llegar al suplemento Nexo, del diario El Tribuno, en el año 2003, la que dice fue la primera vez “en serio, en serio”, con una nota sobre Litto Nebbia, “esa fue shockeante porque había salido en tapa y verla en mi casa, me acuerdo ver la cara de alegría de mi tata, fue y… la puta”.

Salieron entre 40 y 50 notas, todos los domingos: “Eso fue muy complicado al principio, porque ahí te ponen un plazo para escribir y a mí en mi puta vida nadie me había puesto uno. Por ejemplo, iba a cubrir a Charly García y eran doce horas para hacer la cobertura, y no tenía tiempo ni para joder; yo recuerdo que tenía que entregar a las 9 de la mañana, a las 2 estaba con un lápiz y un papel escribiendo en el Café del Tiempo mientras escabiaba con los vagos, al otro lo pasé y se lo mandé. Eso un poco como que jode, porque no estoy adaptado a los plazos. Pero me tuve que adaptar y lo pasé. Ahí tal vez me di cuenta que lo de la escritura podía andar”.

Tras entrar en calor y ya hablando del libro que nos interesa, Tony nos dice: “Nunca fue una posibilidad, ni pensado. Esto fue una escabiada en la casa del Salchi, en el 2007, ahí me cuenta que tenían ganas de hacer el libro de Perro, y el pelado Vega, que es profesor de historia era quien lo iba a escribir, pero después pensamos -me dice Salchi- que tiene que ser un vago de afuera pero que conozca la historia, y esa persona creo que sos vos. Ahí yo me tiré para atrás y le dije que se deje de romper las bolas. Pero eso duró dos vasos de vino, porque después le dije: yo lo voy a hacer. No es que lo pensé dos meses”. Entonces en el verano de 2007 comienza con la escritura de “Estabas ahí”: “lo hice con todas las pilas, con toda la furia, en seis meses hice dos capítulos con todas las entrevistas, con los archivos que tenía de la radio de las tantas veces que les hice notas a ellos”. Antes del libro no tenía nada escrito acerca de Perro Ciego, pero ya se conocían “desde el 92 que los vagos iban a tocar las fiestas que organizábamos en la universidad con la agrupación que teníamos y luego con el tema de la radio ya era como una cuestión familiar conversar con ellos, por eso no me costó mucho armar ese rompecabezas porque tenía todos los materiales para hacerlo”.

En este punto Tony nos repite que no tenía la menor idea de cómo hacer un libro, pero “al ser estudiante de historia tenía eso a mi favor, de hecho el libro es un relato histórico o una bitácora de lo que son los sucesos de la vida de Perro a lo largo de 25 años.  Pero tampoco es que me recibí y tenía muy en claro cómo se tenía que hacer, simplemente fui y empecé a amoldar algunas cosas, si no me gustaban las desarmaba y armaba hasta que vi más o menos una línea de cómo podía ir, que básicamente es cronológica, contando los changos anécdotas de su vida y ahí se fue armando todo”.

El libro está dividido en siete capítulos y “parte de cuando se conocen de pibes. Yo siempre rescato que es el destino lo que los juntó a los vagos, porque si hay un punto en común es el colegio Tomasini. Salchi viene del San Francisco, el otro de Castañares y confluyen ahí por una cuestión de destino, pero no se conocen en el colegio, sino que en realidad se conocen en un taller de instrumentos musicales, ahí se vieron y se dieron cuenta que estaban en el mismo colegio, ahí comenzó una amistad y armaron el grupo después. A ese taller algún día el rock salteño va a tener que hacerle un gran homenaje por un tipo que ha sido un formador de músicos, te hablo de Cacho Gala y en un escalón más abajo gente como el Chinato Torres, que en ese tiempo, te hablo del 87-88, tenían un banda que se llamaba La Pirámide y era LA BANDA del incipiente rock salteño, y ellos arman el taller de instrumentos electrónicos”, cuenta Tony que después agrega “no es algo enciclopédico, sino son anécdotas contadas en poco más de cien páginas, con muchas fotografías. Además no es una cosa específicamente de Perro, porque se habla también de muchas bandas que compartían la escena, unas 40 o 50 bandas del rock salteño. Hay mucho laburo de archivo, porque he pasado varias horas en el Archivo Provincial recopilando información porque por ahí la memoria es frágil… la noche, el alcohol, hacen que uno no se acuerde con precisión, entonces ahí tuve que hacer un trabajo casi de historiador. Pero en definitiva lo importante es que estuve y estoy en contacto permanente con los músicos y he vivido, he sido protagonista de esa historia. Porque otra cosa es hacerlo de afuera, entonces eso creo que facilita mucho la cuestión, porque para uno que viene de afuera capaz que se le complicaría mucho armar ese rompecabezas”.

Ahí la pregunta sobre el título del libro es obligatoria, a lo que nos responde: “Puede ser, pero de todas maneras se debe a que creo que esa es una de las canciones más profundas de Perro, porque engloba muchas cosas más allá de que es una canción de pérdida, de un tipo que busca a alguien y tiene la fijación de que lo vio y estaba ahí. Pero esto yo lo trasladé y creo que encastró justo porque es como decirle a las nuevas generaciones de los seguidores de Perro, que lo vieron y estaban ahí, alguna vez viste a Perro y estabas ahí, en alguna fecha memorable estuviste ahí. Porque a ver, cuando comienzo el libro, saco los primeros dos capítulos y se muere el Fede. A partir de ahí hay un lapso de 7 años en los que no hago nada, porque no quería ser oportunista y el libro murió para mí. Los mismos changos habían subido el primer capítulo a la página de la banda hasta que en el 2014 hago la Retrospectiva del Rock salteño, una movida con todos los afiches de los últimos 30 años que tengo. Hago eso en un museo y de ahí se me viene esto de decir, loco, quiero llevar el rock a un ámbito con el que sí, tengo mis reticencias, pero era como darle como un poquito más de entidad, capaz, al rock después de tanto tiempo. Y la muestra fue un golazo, más de cien afiches y la gente que iba a verlos eran muchos pibes. Ahí me enteré que Cultura quería hacer una serie de eventos por los 25 años de Perro y yo como al pasar les comenté que había comenzado a escribir el libro pero nunca lo terminé, entonces me dijeron que me podían apoyar para editarlo, por ahí vino más o menos la mano. En eso tiene que ver mucho Agustina Gallo. Ahí hablé con los chicos de la banda para comentarles que iba a reflotar el tema del libro y era retomar la carpeta con todas las anotaciones, y empezar de nuevo a armar, me embalé y en cinco o seis meses se terminó el libro”.

Se acaba la entrevista pero no el vino, y lo último que nos queda por decir es que la presentación del libro se realizará el miércoles 2 de diciembre a las 20:30 en el bar Cosa e Mandinga, hasta entonces los interesados en leer “Estabas ahí” deberán esperar.