Un disco breve que vio la luz hace un par de años. Una banda salteña muy cercana al stoner que salvo esta grabación, no se sabe mucho de ella. Tres temas, pin pan pun. Pala y a la bolsa. (Bebe Itempoma)

Indagando un poco más acerca de la banda y el disco, podemos decir que fue grabado en la ciudad de Córdoba, hasta donde los Sauce se fueron a plasmar este primer EP, que, de cabo a rabo, puede ser escuchado en menos de 20 minutos. Pero que la corta duración no nos engañe y haga pensar que el deleite sonoro puede recorrer en el disco por varios matices.

Los Enfermos (04:39), tema que abre el disco, lo hace de manera frugal. Con algunas reminiscencias a la psicodelia que da paso a un acople moderado, el primer riff seco de la guitarra nos da la pauta de hacia dónde vamos.

“No podrás ver, fuera de aquí, amarran los enfermos” dice la voz en primer plano y entre juegos de percusión el intercambio entre las dos guitarras cobra presencia. Luego el primer cambio notorio de clima presenta otro momento que se repetirá a lo largo del EP: entre el cachengue furioso y la contemplación luminosa, ahí circula el sonido de Sauce.

Encontramos los primeros guiños al stoner, por ejemplo en los finales de las frases vocales que se estiran para dar el clima de lo que podría bien definirse como la versión calchaquí del subgénero.

Nueve (7:56) es, paradójicamente, el tema número dos del EP. Sin duda la composición que suena más intrincada al oído. Aquí las cuerdas se apoderan del espacio y dan rienda suelta a un cúmulo de sonoridades. Podríamos decir que los 4 o 5 climas propuestos van oscilando entre el rock, el metal y algunos juegos más jazzeros, incluso algún dejo folclórico asoma la superficie. El ingreso de la voz, cuya letra es mínima, no hace otra cosa sino darle el toque acuático al tema. Luego viceversa sonora.

El cierre es con Brin del Interior (5:42), y la voz puede escucharse desde el inicio como un acercamiento/homenaje al colorado Josh Homme. El segmento más “rocker” está entre estos compases. La letra, bastante breve, alcanza a narrar una historia. Tiene un personaje al que se dirige, que bien podría ser también quien escucha. El interludio con la percusión y una línea de bajo con un swing infernal acompañan al estribillo que dice: “La mañana es corta más vale que te dejes ver. Dime lo que tienes, más tarde no vas a poder”.

Si este es el botón de muestra de la banda, estamos a la espera de lo que pueda ser un “larga duración”. Recomendación para la escucha: armarse un feinmann, darle mecha, tres secas, y luego play.