En la noche del viernes 22 fue detenida Julia, la mujer que aseguró que María Cash fue víctima de trata tras vincular ante la Justicia a su ex esposo, un integrante del Servicio Penitenciario Federal. Organizaciones de mujeres piden su inmediata liberación ante el evidente riesgo que representa.

La compleja situación que vive Julia Leal fue expuesta por ella misma en diferentes medios y por organizaciones de mujeres que advirtieron que la mujer necesitaba de ayuda y acompañamiento. El viernes se conoció también por organizaciones que Julia fue detenida en Tucumán.

“Julia Leal está detenida, hacinada en la Brigada Femenina de Tucumán. Detenida el viernes a las 21 horas por una captura del 2015 de Salta por impedimento de contacto. Julia Leal hace años que no puede ver a sus hijos que viven con el denunciado por violencia , abuso y trata de personas Altieri, quien es parte del poder penitenciario Federal de Tucumán adscrito a Salta . Altieri es miembro de estas agrupaciones de padres violentos. Julia Leal sufre de convulsiones por stress post traumático y tiene que tomar clonazepam para evitar las convulsiones. La madre de Julia Leal llevo el medicamento y la receta pero aún no se lo han dado porque dicen que necesitan una prescripción con el modo en que tiene que tomarlo . Están con una temperatura mayor a 40 grados y sin ventilador en la brigada femenina de Tucumán. Julia Leal está en riesgo de salud psico física. Es necesario que #Todes nos comprometamos. Desde los grupos de violentos están haciendo publicaciones de festejo por la detención de Julia Leal. Por favor actuar y difundir”, compartieron por diferentes canales comunicativos.

El año pasado Julia Leal,  quien afirmó haber visto a María Cash en una casa de Campo Quijano mientras era víctima de trata de personas, dijo que ya no estaba bajo el programa de testigos protegidos porque la Justicia Federal le quitó esa condición y se encontraba sola deambulando de un lado a otro, luego de haber sido atacada violentamente. Además, se refirió a la calificación  que le dio la madre de Cash en su visita por Salta, al no creer en su versión.

Julia aseguró que la joven desaparecida en julio de 2011 «nunca salió de Salta» y «no estaría viva». Además, vinculó a a su ex marido en secuestros vinculados a la trata de personas en la región.

«Todo comenzó cuando me sacaron la tenencia de mis hijos, pese a que yo había denunciado a mi ex marido por violencia de género. Para evitar los golpes y decir ‘basta’, le dije que iba a hablar de lo que había escuchado en esas reuniones en donde se nombraba a la señorita (María Cash)», aseguró la mujer. «Ellos (su ex pareja y otros dos agentes del Servicio Penitenciario Federal) se organizaban en distintas casas de Campo Quijano para cometer delitos de trata de personas. Ella (María Cash) no fue la única persona. Hablaban de traslado de bolsas con ropa de mujeres que no se podían tocar», dijo. «Aparentemente, era la chica con diferente color de cabello y más flaca. Hablaban sobre la muerte seca; no comprendo mucho sobre el tema, quizás son códigos», detalló, y afirmó que no hizo la denuncia porque «había violencia que se ejercía sobre la familia».

Sobre la desaparición de María Cash, explicó que «no salió nunca de Salta pero no estaría viva». Además, dio detalles sobre cómo fue trasladada. «Hay un auto que era mío y desapareció. En ese vehículo fue transportada María con uno de mis hijos», relató. Sobre la banda de trata de peronas, expresó: «Siempre cambian la manera de actuar y la táctica. En ese tiempo en el que vivíamos en Campo Quijano había que formar una escena familiar; si yo no podía estar, mis hijos tenían que hacer creer que la persona que llevaban era una mamá».

Posteriormente la mujer denunció que fue golpeada con palos y tajeada con un arma blanca con la inscripción «el macho siempre gana», frase que según el relato de ella, los atacantes le repitieron de manera insistente. Su abogado, Sergio Chiericotti, sostuvo: “Mi clienta, insiste que una de esas chicas era María Cash. Es más, su hijo mayor, hoy de 17 años, tiene en su memoria la misma información pues él, en ese entonces de 10 años, era el encargado de llevarle agua a las muchachas».