Tras conocerse los dictámenes de los peritos que participaron de una nueva pericia en el lugar donde un testigo afirmó que tiraron el cuerpo de Daniel Solano, el abogado de la familia aseguró que el pozo se encuentra alterado y que allí quemaron el cuerpo del joven trabajador.

“Tuvieron ocho meses para bajar al jaguel y sacar lo que quedaba del cuerpo de Daniel Solano. En ese lugar quemaron su cuerpo”, señaló Sergio Heredia, abogado de la familia Solano.

Tras conocerse los dictámenes de los peritos que participaron el 26 de agosto de una nueva pericia en el lugar, Heredia sostuvo que está convencido que el joven fue tirado en el lugar y luego se quemaron sus restos.

Los peritos nombrados por la justicia, Alberto Caselli y Héctor Gamarra sostuvieron en su dictamen que hasta los 42 metros se observan paredes de hormigón en buen estado. A partir de allí, el pozo que tiene paredes de tierra compacta en buen estado. Y en el fondo, a los 50 metros «en los laterales se observan restos de chapa utilizados como encofrado o sostén y hormigón con forma de chapa. Se pueden ver restos de basura en el fondo y una cañería saliendo del mismo», afirmó el portal de Rio Negro.

El informe de los peritos, un geólogo y un ingeniero civil, es importante porque se realizó viendo la filmación metro por metro del pozo y desmiente el primer informe pericial realizado en diciembre del año pasado. En ese momento se sostenía que había parantes de madera cada determinada distancia, que había posibilidades derrumbe y que había filtraciones de agua.

Los profesionales sostienen que «en pocas partes se pudo observar que hay suelo compactado que brinda paredes estables. Esto se observa donde no hay revestimiento de hormigón o chapa, entre los 44 y los 48 metros de profundidad. No se observan emanaciones de agua que pudieran afectar la estabilidad de las paredes». En cuanto, la posibilidad de desmoronamiento, se señala «hasta donde se puede observar no se considera probable un desmoronamiento de las paredes del jagüel».

Con respecto a las posibilidades de descenso, indicaron que habría que consultar a especialistas como rescatistas. Y agregan que no están en condiciones de elaborar un protocolo de descenso de un operario.

En tanto, Wálter Alvarado, jagüelero y perito de parte de la querella coincidió en los conceptos y sostuvo que con el equipo adecuado se podría bajar hasta el fondo del pozo para poder extraer lo que hay en el lugar.

Tras conocerse estos detalles, desde la querella se denunció, tanto públicamente como en la justicia Penal, que el jagüel fue alterado tras la pericia de diciembre del año pasado y que en ese momento los informes no correspondían con la realidad del jagüel. Para la querella, en ese lugar fueron arrojados los restos del joven y luego incinerados.