Seis de cada diez de los más de 13 millones de niños, niñas y adolescentes argentinos “se comunican usando celular”, mientras “ocho de cada diez usan internet”. El 80% dice haber vivido al menos una experiencia negativa.
Los datos fueron dados a conocer por María José Ravalli, especialista en Comunicación de Unicef argentina, al presentar el estudio “Kids Online/ Chic@s Conectados. Investigación sobre percepciones y hábitos de niños, niñas y adolescentes en internet y redes sociales”. En Argentina, donde el estudio se hizo entre agosto de 2015 y abril de 2016, se procesaron más de mil entrevistas a jóvenes de entre 13 y 18 años. Ocho de cada diez entrevistados dijeron haber vivido al menos una situación perturbadora, el 37 por ciento de ellos por la exposición de imágenes obscenas o pornográficas. Y casi el 40 por ciento se encontró cara a cara con alguien que había conocido en la web.
El trabajo forma parte de la iniciativa Global Kids Online (GKO), que busca “fortalecer el conocimiento sobre el acceso, oportunidades, riesgos y seguridad de niños, niñas y adolescentes en relación con los medios sociales e Internet”. Las entrevistas incluyeron grupos focales con chicos, chicas, padres y madres.
Ravalli destacó que “para los chicos y chicas, los medios digitales son un modo habitual de comunicación y de interacción con el mundo” a través de actividades tales como “chatear, jugar en línea, buscar y compartir información y contenidos”. Se trata de “acciones cotidianas en sus vidas y, en definitiva, del ejercicio de su ciudadanía digital”. La mayoría se conecta a Internet por medio del celular, utiliza las redes sociales para intercambiar mensajes con amigos y en un 80 por ciento de los casos usa la red para hacer tareas escolares. El estudio indagó sobre “el acompañamiento en la web que dan las familias y las situaciones de riesgo” en el mundo online.
La iniciativa Global Kids Online (GKO) es impulsada por la Oficina de Investigación de Unicef; The London School of Economics y la Unión Europea KidsOnLine. Según el trabajo, el promedio del primer ingreso a la web es “a los 11 años, una edad que está en descenso y varía según el nivel socioeconómico de las familias”. Si bien más de la mitad de los entrevistados de entre 13 y 15 años accedió a Internet entre los 7 y los 11 años, “entre los chicos de nivel socioeconómico alto el ingreso es a partir de los 7”.
Uno de los capítulos del estudio indaga sobre las experiencias negativas que les tocó vivir a los chicos en Internet. Ocho de cada 10 entrevistados vivió al menos una situación perturbadora como la exposición a imágenes obscenas/pornográficas (37 por ciento); de violencia (24 por ciento); bullying o maltrato (20 por ciento), y discriminación por distintos motivos (13 por ciento). Mientras tanto, uno de cada tres entrevistados recibió mensajes desagradables e hirientes por Internet en los últimos 12 meses.
La pregunta fue cuáles son las acciones que realizan los chicos cuando se enfrentan a este tipo de situaciones. Las respuestas fueron las siguientes: boquean a la persona que los perturba (65 por ciento); elimina sus mensajes (58 por ciento); ignora el problema (54 por ciento); tratan de que la otra persona lo deje en paz (51 por ciento). Sólo el 10 por ciento quiso vengarse. Muchos adolescentes manifestaron conocer gente a través de las redes sociales, aunque no todos acceden a un encuentro presencial con una persona conocida exclusivamente por esa vía.
Sí lo hizo el 38 por ciento de los entrevistados, que se encontró en los últimos 12 meses cara a cara con alguien que conoció primero por Internet. En esos casos, hay cierto consenso entre los jóvenes en que se deben tomar recaudos como pautar el encuentro en lugares públicos, en horarios diurnos, acompañados por un amigo o incluso por los padres.
El 56 por ciento de los adolescentes entrevistados que ve o experimenta algo en Internet que le molesta lo habla con un amigo. El 30 por ciento lo hace con alguno de sus padres, el 25 por ciento con algún hermano, el 24 por ciento con un adulto en quien confía y el 9 por ciento con un profesor. Casi el 70 por ciento de los chicos y las chicas cree que sus padres saben entre “más o menos y nada acerca de sus actividades en Internet y subestiman la necesidad de diálogo porque creen que sus padres redundan en cuestiones básicas que ya conocen o consideran que pueden aportar poco porque saben menos que ellos”. De todos modos, dicen acudir a la familia “ante situaciones de gravedad”.
Casi la mitad (47 por ciento) de los adolescentes que utilizan redes sociales configuran su perfil de manera que todo el mundo pueda verlo, mientras que el 33 por ciento la configura de manera que solo sus amigos lo puedan hacer. El aspecto polémico del fenómeno de la privacidad del perfil también fue un emergente en los focus group de adolescentes, y ambas investigaciones coinciden en que tal configuración depende en gran medida de la red social de la que se hable.
Los usuarios de Twitter son los que más configuran su perfil de manera pública (62 por ciento), seguido por los de Facebook (47 por ciento) e Instagram (41 por ciento). Los varones son los que mantienen su perfil público en mayor proporción y en lo que se refiere a la edad, los usuarios de menor rango etario (13 a 15 años) son los que mayormente configuran el perfil de forma pública en 4 puntos porcentuales más que los adolescentes de 16 a 18 años. Quienes configuraron su perfil de manera pública dijeron que lo hacen buscando obtener mayor cantidad de amigos, seguidores o likes, dato que habla de la necesidad de tener “popularidad”.
El informe señala que “a pesar de ser este un aspecto controversial, parece existir cierto consenso en que no todo lo que se sube a las redes debiera tener el mismo grado de privacidad”. De todas maneras, los consultados opinaron que no es lo mismo “compartir públicamente un número teléfono celular, la composición familiar o la ubicación de la esquina de la propia casa, que una foto con amigos”.
Bajo esta lógica “sería esperable que un perfil en Instagram o Twitter, por ejemplo, estuviera configurado de manera pública”. Dicho por los entrevistados “Instagram y Twitter da igual” porque “no hay posibilidad de tanto robo de identidad”. Una joven del grupo de entre 15 y 17 años, señaló: “Yo tengo todo público menos Facebook que es privado”.
Entre los padres, hubo respuestas heterogéneas ante la consulta sobre la configuración de privacidad del perfil en las redes sociales de sus hijos. Algunos dijeron saber “con seguridad que el perfil es privado, otros que es público” y otros no pudieron dar ninguna precisión. En general, “solo conocían el comportamiento en Facebook e ignoraban cómo habían configurado la privacidad” en otras redes sociales.
El 51 por ciento de los chicos y chicas usa Internet “todo el tiempo” y un 20 por ciento “más de una vez al día”. El 96 por ciento utiliza Facebook o Twitter, y el 82 por ciento utiliza WhatsApp. El 93 por ciento busca información en la red a través de Google o Yahoo! y el 80 por ciento usa Internet para hacer tareas escolares.
Fuente: Página 12