A horas del hallazgo del cuerpo de la mujer en la casa de quien era su pareja y lugar donde funciona un corralón, la familia aseguró que Gaspar «Pato» Morales, la golpeó de manera brutal delante de sus compañeros de trabajo.

El lunes a la mañana, Débora Micaela Moya, de 27 años, fue hallada sin vida en una propiedad en Barrio Scalabrini Ortiz, Ahí funciona un corralón y la Policía y la Justicia le informaron a su familia que su hija se había suicidado en casa de su pareja en extrañas circunstancias.

La familia duda del supuesto suicidio sobre todo porque según relataron el fin de semana anterior a su muerte, Débora Micaela salió a su trabajo en el boliche La Lola, a la madrugada la fue a esperar Gaspar «Pato» Morales, y delante de los compañeros de trabajo la golpeó de manera brutal.

Viviana, dijo que en los últimos meses su hermana había sido agredida por la mujer o exesposa de Morales. «Pero eso no es todo, frente del corralón donde fue hallada Débora, fue golpeada en más de cinco oportunidades por su pareja, y los vecinos nos relataron en el velorio algunas cosas que muestran a las claras que de amor allí había poco. En esas golpizas públicas hubo incontables amenazas, al extremo que mi padre habló reiteradas veces con Débora y ella siempre le decía que ya había terminado con él, pero que este la buscaba incesantemente en su trabajo, o sea en la madrugada. Mi hermana convivió con Pato durante tres meses, pero la familia de su exesposa la persiguió de manera implacable”, relató.

«Nos presentaron una historia y nos mandaron la ropa de la víctima de un femicidio en el ataúd. Ni siquiera la resguardaron. Lo peor es que a Micaela la vistieron con ropa ajena en la escena del crimen disfrazado de suicidio. Para nosotros no pudo ser lo que plantearon». De esa manera la familia rechazó de lleno la opción del suicidio.

La madre de Micaela, Elena Colque, dijo ayer que ella salió vestida de jean azul y le pusieron un pantalón de hombre del talle 48. «Mi hija vivía amenazada por la familia de la exmujer de Pato Morales. A las 10 de la mañana el empleado sabía que la mujer estaba asfixiada, porque la jardinera de la familia fue a cobrar y el empleado le preguntó si sabía algo de reanimación. Así me lo dijo en el velorio, no lo puedo creer», señaló.