Dicen que sí. Dicen que no. Lo real y cierto es que el secretario de Modernización, Martín Güemes, está cuestionado por la irregular adquisición de indumentaria, mobiliario y accesorios de trabajo para el personal municipal. (Gonzalo Teruel)

La información, a comienzos de semana, fue el inicio de un sumario administrativo contra el funcionario de noble apellido por parte del Tribunal de Cuentas. Pero en pocas horas el dato cambió y desde el propio Centro Cívico Municipal indicaron que no se trató de un sumario sino de una “observación” de rutina.

“Es una observación que hace el Tribunal de Cuentas a diario, por errores de procedimiento en algunas de las acciones de los funcionarios” suavizaron y explicaron que “lo que el Tribunal pidió a Martín Güemes es la justificación de la urgencia de la compra de los uniformes para el personal de atención al público”. Además, argumentaron que “la urgencia estaba justificada en que el Departamento Ejecutivo Municipal había puesto un plazo, el primero de marzo, un tiempo récord, para implementar los cambios para mejorar la atención al público y por eso fue la compra de uniformes de toda la línea del personal que atiende a los contribuyentes”.

Pero consultado por la prensa, el vocal del Tribunal de Cuentas, Sócrates Paputsakis, aclaró que “sumariado no es lo mismo que condenado” y confirmó el expediente administrativo contra Güemes y otros funcionarios de su área porque, en principio, “no cumplieron con todos los procedimientos pertinentes para dicha compra”. El funcionario del órgano de control municipal añadió que una vez que concluya la investigación “se determinará el grado de responsabilidad” y si corresponde sólo un llamado de atención administrativo o el inicio de acciones judiciales.

“Como órgano de control interno nosotros auditamos distintas áreas: contrataciones, obras públicas, recursos humanos, etcétera” indicó y confirmó que Güemes “no cumplió con los procedimientos que corresponden en las contrataciones normales y habituales por lo que se dispuso iniciar un sumario para investigar el destino de los fondos y por qué no se cumplió con esos procedimientos”.

En diálogo con el programa de radio del portal web Salta OK, Paputsakis informó que la investigación es por la forma en que se administraron más de un millón de pesos de una partida especial destinada por la Municipalidad para el equipamiento necesario para la extensión del horario de atención al público (de 8 a 20 horas) vigente desde el mes de marzo. “Cuando se realiza la compra de bienes muebles debe realizarse un proceso previo de selección que en este caso en particular no se hizo” ratificó y advirtió que Güemes “no es el único empleado o funcionario de la Municipalidad que está bajo sumario”.

Según reconoció el miembro del Tribunal de Cuentas esta situación pudo darse por el desconocimiento de las normas administrativas” por parte de varios funcionarios que recién estaban ingresando a la actividad pública.

Las internas propias

Amén de lo que suceda en el futuro, la situación de Martín Güemes puso en superficie la falta de prolijidad administrativa y las diferencias entre distintos sectores (políticos) en la gestión de Gustavo Sáenz.

Güemes encabeza una oficina menor, la Secretaría de Modernización, de la que dependen cuatro subsecretarías: Modernización y Financiamiento, Tecnología, Políticas de Recursos Humanos, y Pymes. Tiene escaso presupuesto y poder de decisión y el sólo respaldo del concejal Matías Cánepa, hombre de confianza del intendente Sáenz.

Sólo se le reconoce en casi un año de gestión la implementación de la aplicación informática “Salta Activa” a través de la cual busca que los salteños pongan en conocimiento de la administración municipal “distintos problemas de la ciudad” y que fue premiada durante el XVII Encuentro Iberoamericano de Ciudades Digitales en Montevideo, Uruguay. Al momento de recibir el galardón, en el mes de septiembre, el funcionario reconoció que apenas 900 personas descargaron la aplicación de participación ciudadana.

No tiene importantes vínculos políticos dentro del gabinete y la denuncia en su contra revela las internas en el Centro Cívico Municipal. “Avanzaron los sabuesos Sócrates y Nicolás (Demitropulos, presidente del Tribunal de Cuentas) porque Gustavo está cansado de malos manejos” sugirió una fuente municipal a Cuarto Poder sin dar mayores detalles.

La misma fuente arriesgó que el caso de Güemes puede servir de excusa al intendente  para renovar su gabinete en el primer aniversario de su gestión. En efecto, desde hace algunas semanas insidiosos rumores hablan de posibles cambios en el gobierno municipal y mencionan dos grupos de funcionarios, aprobados que seguirían en sus cargos y desaprobados que volverían a casa. Pero, algo curioso, no aportan nombres de nuevos colaboradores para el intendente.

Entre los primeros figuran el secretario de Hacienda, Pablo Gauffin, responsable de haber evitado el colapso financiero de la ciudad y Pablo Outes, titular de la Cooperadora Asistencial y coordinador del gabinete y, sobre todo, mano derecha del intendente y encargado de resolver los problemas que los otros funcionarios no atinan a descifrar. También el propio Güemes aunque, claro, antes del episodio del sumario abierto en el Tribunal de Cuentas.

Y entre los otros se cuentan al secretario de Gobierno, Luis María García Salado, de quien se dice “está pintado” y no logró resolver un solo problema de gestión porque “todo lo tiene que hacer el Loro Outes”. Los secretarios de Obras Públicas, Beatriz Blanco; de Ambiente, Federico Casas; y de Tránsito, Juan Carlos Garrido, están también en esa nómina. Según cuentan “no pudieron cumplir con las instrucciones claras de Gustavo: arreglar las calles, evitar un escándalo con el contrato con Agrotécnica Fueguina, y ordenar el tránsito vehicular”.

“Encima sumaron otros problemas (menores) que desgastan al intendente” advierten en el CCM y dan crédito a posibles modificaciones en el gobierno comunal. Por el momento de boca de Sáenz no salió definición alguna sobre el futuro de su equipo de gobierno.