Como previa a una gran noche de hardcore, metal y fusión que se viene el sábado en MECA, conocemos un poco más de la banda Clownface además de un poco de su historia, nos adentramos en su sonido con Flor Bustamante, cronista amiga de la casa.
Corté el teléfono y busqué donde escuchar, había quedado con Elías en encontrarnos al día siguiente para que me cuente sobre Clownface, yo no entendía bien que hacía ahí, y me daba curiosidad, me bastó con un par de temas para cambiar de humor y entender ante qué monstruos me estaba enfrentando.
Es que era raro y me llamaba la atención. Yo al pibe cuando lo conocí estudiaba Ciencias de la Comunicación en la UNSa y sacaba fotos, siempre perfil bajo, medio tímido pero iba bien por ahí, nunca decía que no pero para reservarle una fecha de laburo, tenías que avisarle con tiempo, porque su agenda estaba bastante apretada.
A Elías no le falta nada, no tiene motivos para estar enojado, no sabe lo que es laburar 8 horas de cajero en un supermercado, nunca se le tapó la cañería del baño ni se le llenó de mierda la casa, nunca le cortaron la luz por falta de pago. Pero sin embargo creció enojado y borracho, se volvió loco, tomó cuanto ansiolítico se le cruzó por la cabeza y terminó internado en el Ragone.
Cuando salió se ocuparon de que la violencia del mundo exterior le llegara lo menos posible. Gracias a la sobreprotección y su buen uso, aprovechó esto y se sacó la duda de qué es lo que le gustaba hacer: probó con fotografía, cámara, edición, se la dio de notero de un programa de rock, se pudrió de que le paguen mal y mandó a cagar al mundo de la prensa, para dedicarse a la otra parte, me parece que su disconformidad se transformó en una herramienta útil para la banda, agarró una viola, tomo clases con Amerise, en la escuelita de Hernán y salió a buscar dónde tocar.
Ahora es el “guitarrista/prensa/comunity manager y productor” de Clownface, donde demuestra que el incontinente verbal de Iorio se está quedando atrás, que los pibes 2.0 pueden rockearla igual o mejor que antes sin vivir en el campo y comer asado. Se ve por sus ojeras que Elías duerme poco, y tiene motivos de sobra. Es un loco curioso y obsesivo (y como más o menos dijo Symns, la noche es el momento para descubrir todos los vicios y potenciales). El es el nuevo integrante de la banda, y se podría decir que en vez de pagar derecho de piso, se adaptó de la mejor manera, según lo que me contó el primer contacto con Clownface fue una cruza de mails donde se adjuntaban los temas y acordaban un ensayo de prueba. Se conocieron, se saludaron y comenzaron a tocar, cuando terminaron, le dijeron “buenísimo loco, te llamamos” y así comenzó la simbiosis, porque se necesitan, ellos necesitaban una cara y este pibe necesitaba una razón para meterle plomo y batería recargada a toda la mierda que lo contamina, que vaya uno a saber, que será. Por lo pronto, si te dio curiosidad ya hay material cargado en internet, andan tramando la edición de algún material con el sello independiente de Las Tías Recordos y una fecha para cagarse en la veda en un espacio cultural que es una nueva propuesta en nuestra provincia, se llama M.E.C.A (Multi Espacio Cultural Ameghino) y queda en Ameghino 775 el día 9 de noviembre a las 19 hs, también participarán bandas como Random y Zener (Tucumán) y los locales de Nagoba, la entrada es libre y gratuita.