Vecinos de los barrios Democracia, Solidaridad y Primera Junta siguen esperando ansiosos la pavimentación del recorrido del 7D. La secretaria municipal de Obras Públicas, Kitty Blanco, no puede explicar dónde están cinco de los once millones comprometidos para la obra. (Aníbal Roldan)

Los vecinos fueron en tres oportunidades a la municipalidad con papeles en mano a reunirse con funcionarios municipales: exhibieron a todos los medios el pliego de licitación de la obra en cuestión, que fuera publicado en el boletín oficial municipal el año pasado, con un presupuesto de $ 11 millones. La tarea nunca empezó y los ánimos se han caldeado.

En la primera reunión la secretaria de Obras Públicas, María Blanco, les informó que los fondos en cuestión habían sido “redireccionados a otras necesidades” que no pudo especificar. Enfurecidos, los vecinos montaron “mesas de denuncia” en la peatonal las últimas semanas, exigiendo una respuesta que finalmente llegó a medias: en una segunda reunión la secretaria Blanco les anunció que habían decidido destinar 6 millones de pesos. También les pidió un tercer encuentro para ver si podían conseguir el dinero faltante.

El día miércoles 7, mientras esperaban ser recibidos por tercera vez, un vecino se quejaba de tener que hacerle el tren delantero cada 18 meses a su auto mientras una mujer que trabaja de ordenanza confesaba que usaba las botas de goma todo el día, por tanto lodo en el barrio. No obstante, Kitty Blanco no asistió. En su lugar, un funcionario de segundo rango fue el encargado de decirles a los vecinos que no era posible obtener más recursos. Lejos de los 11 millones originales, los 5 millones faltantes no son nada despreciables, aunque en rigor de la verdad,  se trata de un monto que no garantiza la concreción de las obras postergadas

Una situación similar se vive en  zona este, en los barrios Canillitas, Colinas, Torino, etc. Aquí también se anunciaron obras de enripiado y nivelación de calles por cerca de 3 millones, pero nunca se efectivizaron. Es así que los vecinos de este y sudeste van unificando sus fuerzas en un reclamo común.

Más allá de los anuncios, Nación mantiene la canilla prácticamente cerrada para Salta a pesar de los anuncios: las ejecuciones presupuestarias 2016 muestran que Macri le envió a Gustavo Sáenz menos del 5% de lo pautado. Es por ello que de los 270 millones presupuestado para obra pública el año pasado no se llegó ni a los 60 millones ejecutados.

Esta cifra se consiguió, sobre todo, con el aporte de municipio y provincia. Este año, aunque no hay muchos datos oficiales al respecto, la tónica parece similar en una Argentina en donde las inversiones internacionales que dinamicen la economía parecen no llegar nunca y por lo tanto el dinero que tendría que ser destinado para obras quedará en stand by.

En definitiva, no se sabe qué pasó con el dinero, ni si éste llegará. Por lo pronto los vecinos tendrán que seguir recorriendo un fangoso camino en su barrio a la espera de soluciones.