Una investigación rescata las estrategias terapéuticas con hierbas que empleaban las mujeres en la localidad de Molinos. Las plantas utilizadas, su obtención y preparación para dolencias aparecidas en algunas etapas de su ciclo de vida. (Andrea Sztychmasjter)

El conocimiento de las propiedades de las hierbas es uno de los secretos transmitidos de generación en generación por mujeres de todas las épocas. Perseguidas por “brujas”, se les quitó a las mujeres sus saberes milenarios en relación con las hierbas y los remedios curativos. Sin embargo son varias las investigaciones que a través de la “medicina no convencional o alternativa” rescatan los métodos y plantas medicinales utilizadas a lo largo de la historia.

Es el caso de la investigación aquí presentada realizada desde el año 1982 hasta 2004: “Análisis de los recursos terapéuticos utilizados en el Valle Calchaquí. Las mujeres dicen acerca de dolencias y ‘remedios”, realizado por María Rosa Martínez y María Lelia Pochettino, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, de la facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata.

En él se analizan un total de ocho dolencias relacionadas con algunas etapas del ciclo de “vida – menstruación, parto (y afecciones asociadas) post-parto (que incluye otras dolencias y las estrategias terapéuticas” puestas en práctica por las pobladoras de Molinos, en el valles calchaquí. En las mismas se utilizan 45 elementos terapéuticos, muy alejados de la medicalización oficial, entre los que predominan los de origen vegetal.

Con respecto a las plantas empleadas, informan las investigadoras, han considerado el origen geográfico, las partes utilizadas, y las diferentes formas de obtención y preparación.

¿Con qué se cura?

Las entrevistadas consultadas en la investigación manifestaron el empleo de plantas aromáticas en “la terapia de la menstruación”. Según explican, esta “instancia de la terapia” aparece como reveladora para las autoras del informe, y es que a partir de ella detectan recursos disponibles y redes de relaciones, “ya que para la obtención de recursos naturales adecuados que no se encuentran en el ámbito doméstico, las mujeres deben movilizarse a distintos lugares”.

“En algunos casos se procuran aquellos que crecen y se recolectan en los ‘cerros’ o la puna y que las personas del valle obtienen a través del intercambio o trueque. También se recolectan especies silvestres en distintos emplazamientos del valle, sobre todo aquellos asociados a las tareas agrícolas, tales como ‘rastrojos’ (parcela para cultivar), “potreros” (parcelas para la cría de animales), bordes de acequias”.

 En la mayoría de los casos las formas de preparación se dan a través de la infusión, decocción o sahumado.

En relación a las dolencias padecidas por las mujeres, las investigadoras señalan que “La trayectoria de vida de las mujeres del Valle está marcada, durante los relatos, invariablemente por aspectos inherentes a su biología y por su asociación a las actividades cotidianas. Es así que en relación a estas a ocho dolencias detectadas, en función a algunas de ellas las autoras señalan en su investigación:

Menstruación: En los relatos son frecuentes las referencias a las variadas causas que provocan dolencia, a los síntomas reconocidos y a las diferentes terapias utilizadas en torno al ciclo de la menstruación. “El desarrollo tanto de actividades domésticas rutinarias, de tareas que requieren fuerza, la exposición a factores climáticos adversos y el contacto del cuerpo con el agua son consideradas situaciones peligrosas o amenazadoras de la salud,”, señalan.

Parto: el trabajo manifiesta que si bien la mayoría de los partos son atendidos en el hospital zonal, existen casos de mujeres que dan a luz en sus hogares, asistidas por algún familiar y/o persona práctica, las célebres parteras o “comadronas”, y solas -las más experimentadas. “De realizarse en el ámbito doméstico la terapia incluye la toma de infusiones y el sahumado”.

Otras dolencias en hombres y mujeres: Tanto la impotencia como el aborto inducido son referidos en forma directa sólo ocasionalmente, si bien en el corpus de la información relevada se hacen notorios a través de la mención de recursos de origen vegetal y animal a los que se les atribuye propiedades afrodisíacas y abortivas. “Ambas problemáticas -en el primer caso padecidas por los hombres y en el segundo privativas de las mujeres- son motivo de vergüenza, prejuicio y su mención es sancionada socialmente”, definen.

Si bien existen en el departamento de Molinos centros asistenciales -hospital y puestos sanitarios- y una iglesia que data del siglo XVII, la mayoría de las dolencias analizadas, señalan las autoras, son exclusivas en cuanto a diagnóstico y tratamiento de la “unidad doméstica”.