“El hombre violento no se distingue de la ‘normalidad masculina’ general. Puede ser simpático, seductor, atractivo y ‘caballeresco’, con actitudes de ciudadano modelo. Eso le permite camuflarse y pasar inadvertido en el mundo exterior a su familia”.

Hace ya 17 años vio la luz la que fue la primera Guia para mujeres maltratadas publicada en España.  Ha sido sin duda un documento de referencia que se puso a disposición de profesionales, victimas y supervivientes de malos tratos. Un catálogo esquemático de las dinámicas de la violencia,  los perfiles de los violentos, las consecuencias psicosociales para las mujeres de una violencia con diferentes grados de intensidad. La importancia de aquella guía que Ángeles Álvarez Diputada por Madrid / Activista / Igualdad y Diversidad del PSOE-Madrid escribió después de convivir un mes con las mujeres del Centro de Recuperación  radica en hacer fácilmente comprensible el problema y ser un instrumento que ha sido clave para muchas mujeres a la hora de tomar conciencia de su situación.

¿Cómo es un maltratador? Conceptos básicos

 

-Utiliza la violencia con el fin de doblegar la voluntad de la víctima.

 

-Los ejes en que basa los abusos domésticos vienen determinados por la edad y el género.

 

-No es enfermo mental.

 

-Selecciona a la víctima y escoge el lugar del ataque.

 

-Tiene actitudes sexistas y creencias estereotipadas de las mujeres.

 

-Ve amenazado permanentemente su poder en el ámbito familiar.

 

-Impone el aislamiento social de su entorno familiar, como estrategia para romper la independencia y autoestima de su pareja. La imposición de aislamiento en no pocas ocasiones va más allá de lo psicológico y pasa a la inmovilidad física, dándose situaciones de secuestro en el propio hogar.

 

-Critica constantemente con el ánimo de crear inseguridad y fomentar la dependencia.

 

-No asume la responsabilidad de sus actos violentos ni considera el problema como propio.

 

-Tiene una gran capacidad de persuasión. Con extraños utiliza la seducción para imponer sus criterios.

 

-Racionaliza su conducta violenta, la justifica y minimiza.

 

-Utiliza todo tipo de estrategias para lograr un único fin: que la mujer no se aleje o que vuelva a su lado.

 

-Atribuye el problema a la conducta de la víctima, de la familia, del trabajo o a la situación socioeconómica.

 

-Representa una imagen social opuesta a la que tiene en el ámbito privado.

 

-Fuera de casa puede ser educado, alegre, amable, seductor, solidario, atento, respetuoso.

 

-Una de sus estrategias es la de convencer a la mujer de que no puede vivir sin él, cuando en realidad es él quien depende “funcionalmente” de ella.

 

-Manipula a la compañera ejerciendo el control sobre los bienes materiales.

 

-Utiliza las visitas a sus hijos/as para acercarse a su víctima y seguir maltratándola.

 

-Tiende a manipular e intenta seducir a los profesionales con su juego de doble fachada.

 

-Entiende su equilibrio emocional como control absoluto del otro.

 

-Siempre pide una segunda oportunidad.

 

-Esgrime los celos para invadir y controlar la vida de la mujer.

 

-Tiene generalmente antecedentes de violencia en su familia de origen.

 

-Repetirá su conducta violenta en las sucesivas relaciones que mantenga con otras mujeres.

 

Fuente: Ángeles Álvarez Diputada por Madrid / Activista / Igualdad y Diversidad del PSOE-Madrid / #EnclaveFeminista.