Francisco Pérez, dirigente wichi y coordinador de la Asociación de Comunidades Aborígenes “Lhaka Honhat”, declaró que los desmontes indiscriminados, los problemas de salud y de educación dificultan desarrollo igualitario en comunidades originarias en Santa Victoria Este.

El material audiovisual fue reproducido por la agencia COPENOA. En ella, Francisco Pérez – dirigente wichí y coordinador de la Asociación de Comunidades Aborígenes “Lhaka Honhat” que congrega a unas cuarenta comunidades originarias que viven al margen del Rio Pilcomayo – se refirió a la falta de controles sobre los desmontes ilegales en los lotes 55 y 14 y al deficiente sistema de salud pública que afecta a miles de pobladores, en su mayoría originarios en el norte de la provincia de Salta.

El Departamento Rivadavia, donde se encuentran las comunidades Chorotes, Wichí, y Tobas, es uno de los más pobres de la provincia de Salta, con los mayores índices de mortalidad por desnutrición, por muerte de cáncer de úteros en mujeres. Los indígenas son desplazados de sus lugares de origen, ante el avance de la frontera sojera, explotados junto a sus familias en los desmontes, en su mayoría no tienen agua potable, el servicio de salud es deficiente. Para Francisco Pérez “Se sigue desmontando sin control estatal”, en los lotes fiscales 55 y 14, se sigue arrasado el monte, los rollos de madera son vendidos a aserraderos de la Ciudad de Tartagal. “Con los controles no pasa nada, la policía tiene un tractor, unas motos y una casa rodante, pero no realiza los controles para frenar el desmonte en los lotes fiscales 55 y 14”. Dice el Cacique Francisco Pérez.