“Con nombre propio” se llama el más reciente material discográfico de la Negra Chagra, una cantora salteña radicada en Buenos Aires hace más de dos décadas que nos habla de este y otros trabajos. (Trilce Lovisolo)

Angelita Huenumán, la Pancha Alfaro, Jacinto Cenobio, Juan Panadero y hasta La Pomeña, son algunos de los personajes de quienes habla este disco, en la voz magnífica de la Negra Chagra, que salió hace ya unos meses, pero que no pierde vigencia, como no pierden vigencia esos personajes eternos que aparecen en las canciones que eligió para contar historias cantando.

“Cada nombre invoca la llave de un destino único, hasta para la más humilde de las personas”, señala Julio Álvarez Fleuret, el escritor que prologa esta producción en la que también trabajaron los músicos de la cantora: Leonel Iglesias (guitarra), Hernán Islas (percusión) y Adriana Leguizamón (acordeón).

“El disco se llama ‘Con nombre propio’ y yo no uso el mío prácticamente desde que nací -reflexiona la Negra, risueña. Mi mamá había pensado ponerme Margarita Elena, pero finalmente se quedó con María Elena. A mí nunca me gustó. No me sentía identificada. En cambio ‘Negra’ sí me contiene por completo. Por eso lo elegí como nombre artístico. Me dicen María Elena y no me doy vuelta. Ahora, el seudónimo me da algunos problemas porque, por ejemplo, en México y en Francia tengo que aclarar que ‘Negra’ no es ofensivo. Ellos lo ven así”.

En “Con nombre propio” aparecen composiciones de artistas como Teresa Parodi, Víctor Jara, Pepe Núñez, Francisco Madrigal, Manuel J. Castilla y el Cuchi Leguizamón. La Negra dice que en su tarea como cantora le importa que la letra y la música sean de gran calidad artística; que las canciones digan y que la música atraviese. Por eso, como no se ocupa de la tarea de componer, sí hace un trabajo minucioso de selección de aquellas poesías y melodías a las que les pondrá su voz.

Con la dirección musical y arreglos de Leonel Iglesias, este disco corona tres décadas de carrera artística, de compartir tertulias y escenarios con poetas que fueron sus maestros de la música y de su vida. Por eso, la Negra siempre destaca que pone su voz a canciones que la representan y emocionan: “No soy compositora, más bien tomo las canciones de otros y las hago mías con una versión renovada porque las emociones también se renuevan. Siempre me identifico con lo que canto y agradezco a los compositores porque sin ellos yo no podría hacer nada”.

La dedicatoria

La Negra le dedicó este trabajo discográfico a Ana Gloria Moya, talentosa escritora, compañera de viajes y hermana de la vida. “Yo siempre le mostraba lo que estaba haciendo. Ella participaba incluso en la elección de algunos temas y me hizo el prólogo del disco ‘Pequeños testigos’. Con Ana siempre teníamos planes para reunir música y literatura. Fue duro perderla”, expresó. Ana Gloria falleció en 2013.

Abajo del escenario  

La Negra Chagra vive en Buenos Aires, aunque es viajera y también anda mucho por México, Francia y Salta, que la trae a los pagos, a veces, hasta tres o cuatro veces por año. A México fue en varias oportunidades. En Capital Federal trabaja en la Radio de la Biblioteca del Congreso de la Nación Argentina. Allí produce y conduce el programa El canto y la palabra, junto a Verónica Ravetta. En ese espacio la Negra continúa deleitándose con lo mejor de la música y ofreciendo a los oyentes un repaso por la historia de canciones, cantores, discos y melodías que son parte del cancionero popular.

La Negra, además, se maneja en bicicleta por la ciudad. Algunos días pedalea hasta treinta kilómetros por “la ciudad de la furia”.

Comparte departamento con su compañero de vida, Gustavo. Ellos habitan ese espacio lleno de objetos queridos, como las muñecas que colecciona la Negra y que se las a quienes la visitan, mates de por medio.

Así, cálida, entre la cotidianeidad de las tardes para preparar mates y charlar, la Negra habló de sus días porteños, luego de repasar algunas de las historias que más la conmovieron y que incluyó en “Con nombre propio”.

Más sobre la Negra

De origen salteño, inició su carrera en los primeros años de la década del 80 con el Grupo Mensaje, cantando música latinoamericana. En Europa, entre 1989 y 1992, realizó presentaciones como solista en reconocidos teatros de París y con el Maestro Gustavo “Cuchi” Leguizamón dio una serie de conciertos en la Costa Azul, Lyon, Nantes y en el Teatro de Bercy de París. Integró hasta el año 1999 el grupo Allaquí, que incluía en su repertorio obras de Sara Mamani en su mayoría y canciones populares folclóricas. Con este grupo grabó “Quimera”. En el año 2000 retoma el escenario como solista y reedita “Pruebas al canto”, disco grabado en 1991, en el que presenta una serie de clásicos del cancionero folklórico, la mayoría de ellos de autoría de Manuel Castilla y Gustavo Leguizamón (La arenosa, El avenido, La pomeña) a lo que suma letras de poetas como Antonio Nella Castro, Julio Espinosa o Walter Adet.

Así, sin más, se puede resumir el inicio de la carrera de una artista que no usa su nombre propio pero que como “la Negra”, esta salteña lleva consigo un sello con el que ya ha recorrido los escenarios de todo el país y de otros países. Con calidez y fuerza en la voz.