La familia Peñalva solicitó a la jueza Mónica Mukdsi que extreme medidas para la búsqueda de la “verdad real” en torno a la investigación sobre las muertes de las jóvenes halladas en Barrio San Carlos en 2012. Las pruebas aportadas por ellos obligaron a que la Justicia reabra la causa. Andrea Sztychmasjter

Desde el 16 de julio de 2012 —después de haber estado desaparecida dos días junto a su amiga Yanina Nuesch antes de que ambas aparecieran sin vida— los familiares de Luján Peñalva no han cesado en la búsqueda de esa “verdad real” que ahora volvieron a solicitar a la Justicia salteña. Y es que las numerosas pruebas aportadas junto a los informes periciales presentados por los Peñalva dan cuenta de las enormes dudas que poseen respecto a la decisión de la justicia de archivar en un primer momento la causa caratulada como “muerte dudosa”.

El archivado fue dispuesto por el Juez de Instrucción en Transición Pablo Arancibia el 6 de febrero de 2014  y confirmado el 7 de abril de ese mismo año por la Sala I del Tribunal de Impugnación integrada por los jueces Abel Fleming y Adolfo Figueroa. En septiembre de ese año la Corte de Justicia de Salta declaró mal concedido el recurso de casación interpuesto contra la resolución de la Sala I del Tribunal de Impugnación que había confirmado el archivo de la causa por la muerte de las adolescentes.

Los jueces del Tribunal de Impugnación rechazaban así el recurso de apelación y confirmaban el archivado de la causa “por no encuadrar el hecho denunciado en figura penal alguna”. Descartaban la hipótesis homicida y advertían que las jóvenes no poseían rastros de haber sido agredidas. Citando al letrado Arancibia, los dos jueces argumentaban: “No pasan por alto los esfuerzos que también han efectuado las partes en el marco de este proceso mediante el ejercicio de las facultades que el Código Procesal les asigna, como tampoco el dolor y las implicancias socio-familiares que un suceso de esta naturaleza lamentablemente trae aparejadas. A tal punto es así que la doctrina ha reconocido que muchas veces esos acontecimientos negativos son más fáciles de asumir si es posible atribuir responsabilidades por ellos a un tercero”.

A fines del año pasado, la jueza Mónica Mukdsi dispuso dar lugar a la reapertura de la causa. El pedido de reapertura por parte de la familia Peñalva fue acompañado por pericias realizadas por el Michael E. Berkland de Forensic Pieces Pensacola (Florida) e investigaciones forenses de M. Dawn Walkins y King Brown. Así también, la familia presentó un informe técnico investigativo realizado por el Licenciado en Criminalística, Carlos Párraga.

En las pruebas aportadas por la familia consignaron también el testimonio de una testigo que al comunicarse con la tía de Luján le describió un hecho de violencia que había sufrido por parte de uno de los posibles sospechosos involucrados. “En el marco de este hecho de violencia, el sospechoso habría efectuado declaraciones intimidatorias hacia la testigo que lo relacionan directamente con el homicidio de Yanina Nüesch y Luján Peñalva”, expresó el perito de parte Párraga.

La Justicia salteña en un primer momento determinó que ambas jóvenes se habían suicidado en virtud de los dictámenes científicos, psicológicos y los testimonios aportados: “Tanto Yanina como Luján llegaron al lugar en donde luego fueron halladas sin vida, por sí mismas, caminando; no constatándose la presencia de tercero alguno”, señala el expediente judicial. A cinco años, la jueza Mukdsi valoró las consideraciones efectuadas por la fiscal de Transición, María Inés Loyola, en función al pedido del abogado querellante, Pedro García Castiella, al referir que “la mecánica de la muerte no se encuentra específicamente determinada siendo varias las hipótesis posibles” y ordenó proseguir con la investigación de la causa.

Reconstrucción

En fecha 26 de abril de este año, el abogado de la familia Peñalva solicitó a la mencionada jueza una serie de diligencias urgentes a realizar en torno a la investigación de la muerte de las adolescentes en la zona sur de la ciudad.  La querella solicitó la “reconstrucción mecánica de los hechos para descartar la hipótesis de suicidio”, e instó a que el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) se abstuviera de participar, puesto que consideran necesaria la intervención de personal pericial “imparcial e independiente”.

Entre las medidas solicitadas en función a la “averiguación de la VERDAD REAL” (las mayúsculas son de ellos) consignan que urgentemente el Servicio de Emergencias 911 eleve un informe “consolidado” de la totalidad de llamadas recibidas por este sistema desde el día de la desaparición de las adolescentes hasta los seis días posteriores, que tuvieron relación ya sea con los paraderos o con presuntos implicados en el hecho. Este pedido, según señalan, obedece a que los familiares de Peñalva tuvieron conocimiento de la existencia de llamadas que indicaban a sospechosos. Se detalla asimismo la identificación de un número de celular que habría llamado en tres oportunidades y el IP de una cuenta que envió mensajes; solicitan se la llame a testificar junto a otro IP identificado desde donde también se enviaron mensajes.

García Castiella, representante de los Peñalva, además solicitó que la Justicia ordene la búsqueda de perfiles genéticos en la totalidad de la soga (de 5,26 metros). Y que se tomen muestras tanto del padre de Luján y de Claudio González, exsecretario del abogado Pablo Farah —quien fuera juez de Juzgado de instrucción Formal de 4 nominación—, porque ambos, según consignan, tomaron contacto con la soga con la que las chicas fueron encontradas; de esta manera descartarían la compatibilidad de eventuales perfiles genéticos que puedan aparecer en la misma. Así también se pidió el análisis químico de manchas y sustancias adheridas (aceite, grasa, sangre) en la soga a los fines de determinar el origen de las mismas. Además solicitan que se llame a declarar a Gustavo Peñalva en función a llamadas anónimas que le habrían hecho a su celular.

Contradicciones

A un año del terrible hallazgo de ambas adolescentes, la familia Peñalva con la representación de su entonces abogado, hoy diputado provincial de la UCR, Humberto Vázquez, presentaban un informe técnico, pericial e investigativo elaborado por el perito Lucas Delgado. En aquel momento el informe revelaba testimonios contradictorios en el expediente e irregularidades con los datos que habían llegado en dos oportunidades anónimamente al estudio de Vázquez.

Alrededor de 70 fotos mostraban la escena del lugar precisamente cuando fueron encontradas las jóvenes Yanina (16) y Luján (19). Las imágenes, además, daban cuenta de personal de la policía y del CIF trabajando en el terreno, incluso de otras huellas que no pertenecerían a las chicas. El informe de la familia certificaba así que el lugar del hallazgo había sido alterado y que se habían pasado por alto importantes datos para la investigación.

¿Hubo alguien más en el lugar?

Actualmente, en unos de los puntos expuestos por el abogado de la familia se solicita que se corrobore el análisis de huellas pisadas encontradas en el lugar del hecho, y que justamente fueron motivo de discrepancias con los resultados de los peritos del CIF en relación al informe presentado por Delgado. Instan así a que las pruebas sean realizadas por la División de la Policía científica de Rio Grande en Tierra del Fuego. En su pedido a la Justicia salteña, además, requieren que intervenga la policía científica de Gendarmería nacional y del Instituto Favaloro para las pericias genéticas y bioquímicas.

Aunque la Justicia determinó en un primer momento que no existían rastros de otras personas en el lugar del hallazgo, dentro de las datos aportados por la familia Peñalva y en función de las conclusiones del Departamento de Criminalística de Tierra del Fuego, se detectaron una pisada de zapatillas marca Jaguar, mientras el CIF concluyó que el molde de una de las zapatillas de Yanina Nüesch era de marca 47 Street. “Es fuerte esto porque determina que había algunas personas más en el lugar”, detalló Gustavo Peñalva y agregó que pese a las amenazas que recibió continuará con su pedido de justicia para saber verdaderamente qué sucedió con su hija y con la amiga de ésta.