El proyecto pretende que las dos ciudades capitales sean incorporadas en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, uniéndose a los anteriores 11 sitios argentinos ya declarados

El viernes 23 de noviembre, en en el Salón Dorado del Centro Naval (Florida 801), se presentará ante la UNESCO la postulación de “Dos Capitales”, un proyecto que propone que Buenos Aires y La Plata sean declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad. Con esta iniciativa, las dos ciudades en cuestión salvaguardarían 140 bienes de valor histórico, arquitectónico y cultural.

¿Qué significa que un sitio sea declarado Patrimonio de la Humanidad?

El título lo otorga la UNESCO (la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y toma en consideración a lugares únicos, de gran belleza o que han sido parte de la historia universal. Actualmente, la lista tiene 1.100 sitios consagrados.

Para que un lugar se considere único, debe destacarte tanto por sus características culturales como naturales, y que merezcan ser cuidados para las futuras generaciones como testimonio y legado fundamental. Pueden ser bosques, montañas, edificios, monumentos, paisajes, etc.

Dos ciudades, una historia común

En esta ocasión, el proyecto titulado “Buenos Aires – La Plata: Dos Capitales de la cultura de la modernidad, del eclecticismo y de la inmigración (1880-1920)”, propone que un conjunto de grandes edificios, enclaves urbanos y parques pertenecientes a las dos ciudades capitales, sean declarados Patrimonio Mundial. Se trata de una monumental colección de piezas, que como islas de distintos tamaños en cada ciudad, conforman un archipiélago patrimonial de características únicas.

Buenos Aires y La Plata comparten lazos en común. Ambas fueron protagonistas de un momento único de la historia política, económica y sociocultural de la Argentina, entre 1880 y 1920, en una época de nuevas tecnologías y diseños originales. Además, fueron testigos del aluvión inmigratorio que se fusionó con la población local definiendo una cultura de mezclas y una idiosincracia que también caracterizó a la Argentina en su relación con el mundo.

¿Por qué Buenos Aires  y La Plata tiene características únicas?

  1. Modernistas. Buenos Aires y La Plata son a nivel regional un testimonio privilegiado de un período crucial en la evolución política, económica y socio-cultural de América, en el que se completó un proceso de organización y modernización de los estados-nación, así como de integración a los circuitos culturales y los mercados internacionales. A nivel local, ellas representan la solución a un largo conflicto interno entre la Provincia de Buenos Aires y el resto del país en relación al establecimiento de la ciudad capital. La construcción ex novo de La Plata sirvió de laboratorio de soluciones de diseño urbano y edificación que fueron replicadas en las reformas urbanas y edificatorias de Buenos Aires. Este fenómeno de metropolización por un lado y capitalización por el otro fue casi único en el mundo, y precipitó un auge de la construcción tanto en términos de grandes obras de infraestructura urbana como de obras arquitectónicas públicas y privadas. Las soluciones estéticas y técnicas con que estos proyectos fueron llevados a cabo fueron tan innovadoras que en muchos casos se convirtieron en referentes para otras ciudades de la región.
  2. Eclécticas. Se trata de una tendencia arquitectónica que mezcla elementos de diferentes estilos y épocas de la historia del arte y la arquitectura que se dio en Europa entre 1860 y 1920. El eclecticismo en la Argentina tuvo su época dorada entre 1880 y 1920, con características particulares. Debido a la variedad de influencias que llegaron de la mano de la gran inmigración, se utilizaron novedosas tecnologías de construcción y aparecieron lenguajes arquitectónicos inéditos. Participaron arquitectos e ingenieros, constructores, albañiles, paisajistas y urbanistas extranjeros formados en diferentes escuelas europeas. Algo muy parecido ocurrió con los materiales de construcción y las inversiones que llegaron de diferentes países. Así hubo arquitectos franceses, ingenieros ingleses, máquinas belgas, constructores italianos y alemanes.
  3. Inmigración. Desde la segunda mitad del siglo XIX y hasta las primeras décadas del siglo XX, millones de europeos se movilizaron hacia nuestro país. La Argentina se convirtió en el segundo país luego de Estados Unidos en recibir inmigrantes, y en pocos años más de la mitad de la población era de origen europeo. La mayor parte de ellos se instalaron en nuestras grandes ciudades, intercalando, superponiendo, mezclando sus ideas, sus costumbres, sus oficios y creando en conjunto una nueva ciudadanía. Los bienes postulados son de alguna manera el reflejo material de este proceso. Son los edificios monumentales, los monumentos y los espacios públicos que permitieron la integración de los recién llegados. Fueron construidos combinando técnicas y lenguajes de los más diversos orígenes generando una forma muy novedosa de eclecticismo arquitectónico. La aceptación de las diferentes culturas dio lugar a una sociedad que se desarrolló en la diversidad cultural y el crecimiento personal. Característica que se mantiene hasta nuestros días y permite formar una cultura enriquecida que mantiene su identidad.

La postulación es promovida por Presidencia de la Nación, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Municipalidad de La Plata y la Comisión Nacional de Monumentos Históricos de la Secretaría de Cultura.

Estado actual del proyecto

Actualmente, y desde febrero 2018, el proyecto está en la Lista Indicativa de Argentina ante UNESCO. Fue previamente aprobado por la Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la UNESCO (CONAPLU), del Ministerio de Educación, y presentado en París por el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Mediante esta lista, los países señalan cuáles son los bienes que piensan postular en los próximos 10 años. Una vez incluida en este listado, comienza la etapa de preparación de la nominación.

Precisamente, el proyecto se encuentra en esta etapa, que incluye la preparación del dossier (una publicación técnica que justifica la inscripción al listado de patrimonio mundial), la preparación de un Plan de Manejo y una serie de actividades de difusión de la postulación.

Una vez presentada la postulación, comenzará la etapa de evaluación de la nominación, en la que participarán organismos internacionales asesores de la UNESCO, como ICOMOS-ICCROM, quienes se encargarán de visitar el sitio y colaborar para realizar el ajuste final de la propuesta. Esta etapa debe ser evaluada y aceptada por el Comité del Patrimonio Mundial que se reúne una vez por año

Por delante queda un largo camino por recorrer, en el que el equipo técnico preparará un dossier, un plan de manejo y organizará una serie de actividades que darán visibilidad a los bienes nominados.

En el caso de que la UNESCO apruebe el proyecto, las dos capitales serán beneficiadas no solo por el orgullo del ciudadano y su sentido de pertenencia, también tendrán más visibilidad a nivel internacional, se dinamizará la actividad turística y en consecuencia se crearán nuevos puestos de trabajo.

Los 11 lugares de la Argentina en la lista del Patrimonio Mundial

La primera vez que la UNESCO incluyó en su lista de Patrimonio Mundial a un sitio de la Argentina, fue en 1981, cuando declaró al Parque Nacional Los Glaciares. Desde entonces, se sumaron otros 10 lugares: el Parque Nacional del Iguazú (1984), las Ruinas de las Misiones Jesuíticas Guaraníes (1984), la Península de Valdés(1999), la Cueva de las Manos del Río Pinturas (1999), la Manzana y estancias jesuíticas de Córdoba (2000), los Parques naturales Ischigualasto y Talampaya (2000), la Quebrada de Humahuaca(2003), Qhapac Ñan, el Sistema Vial Andino (2014), la Obra arquitectónica de Le Corbusier (2016) y el Parque Nacional los Alarces (2017).