Solo el 22% de los jueces federales son mujeres. Según un informe, las Cámaras, los tribunales orales y los juzgados de primera instancia están compuestas en su mayoría por hombres.

De un total de 354 jueces federales en funciones, el 78 por ciento son hombres mientras que sólo el 22 por ciento son mujeres. Estos datos surgen de un informe realizado por Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), junto con otras organizaciones de la sociedad civil, en base a datos abiertos del Ministerio de Justicia de la Nación.

«A pesar de los compromisos internacionales asumidos por la Argentina en materia de igualdad de oportunidades para el acceso a los cargos públicos según el género, aún se observa en nuestro país una clara desigualdad respecto al acceso a los cargos jerárquicos», dice el informe publicado por ACIJ.

La composición no muestra demasiadas variaciones respecto a las instancias. Las Cámaras federales están compuestas por un 77% de hombres y un 23% de mujeres; los tribunales orales federales están compuestos por un 79% de hombres y un 21% de mujeres; y finalmente los juzgados de primera instancia están compuestos por un 77% de hombres y un 23% de mujeres.

«La mujer tiene un importante rol a pesar de los números. Si bien somos pocas, hemos hecho mucho. Estamos trabajando para lograr la equidad de género y que los números sean más parejos», dijo a LA NACION la jueza Susana Medina de Rizzo, presidenta de la Asociación de Mujeres Juezas de Argentina.

Para la jueza del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos la creación de la Oficina de la Mujer en la Corte Suprema fue una importante contribución para introducir la perspectiva de género en la Justicia. «Antes [de la creación de la Oficina de de la Mujer] directamente eramos menos y estábamos invisibilizadas. No se trabajaba en materia de género», sostuvo.

Según los últimos números del Mapa de Género de la Justicia argentina de la Oficina de la Mujer, a cargo de la ministra Elena Highton de Nolasco, de 110.645 personas que integran el sistema judicial del país, el 56 por ciento son mujeres. Ahora bien, la brecha se da en los cargos de mayor jerarquía.

Así, por ejemplo, de cinco jueces que integran la Corte Suprema de Justicia de la Nación, solo una es mujer, la ministra Highton de Nolasco. Inclusive, en toda su historia -desde 1862-, la Corte solo fue integrada por tres mujeres: Highton de Nolasco, Carmen Argibay y Margarita Argúas (electa en un gobierno de facto).

Del total de magistrados que integran los Superiores Tribunales y Cortes provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires, el 43% son mujeres, pero solo el 23% son ministras y el 34% camaristas. En las Cámaras Federales y Nacionales, solo el 26% son camaristas y el 36% juezas.

En tanto, siempre que se analiza el género del personal administrativo y de cargos con el rango de funcionario, las mujeres casi siempre superan el 50%.

En los mediáticos tribunales de Comodoro Py, la única jueza de primera instancia en 12 juzgados es María Servini de Cubría , la titular del juzgado N°1 y la única con competencia en lo electoral. El resto de los despachos de primera instancia están ocupados por hombres y no hay ningún camarista de género femenino. Además, en los ocho tribunales orales que también integran el fuero -todos compuestos por tres jueces-, solo hay dos mujeres.

Según Medina de Rizzo, es necesario un verdadero compromiso con la equidad de género de los tres poderes de Estado. «Se necesita un compromiso y un convencimiento personal e institucional. No puede haber una auténtica democracia sin tener en cuenta que el 50% de la población somos mujeres. Una verdadera democracia exige políticas públicas que respeten la equidad de género», remarcó.

«La plaza del Ni una Menos fue muy útil pero tenemos que hacer la plaza del Más. Más mujeres, más Justicia. Más mujeres, más derechos. Más mujeres, más igualdad. Más mujeres en los puestos de decisión», concluyó.