El Frente Popular para la Victoria trabajará de forma unánime en la candidatura a diputado nacional de Sergio Leavy, y la de senador provincial de Walter Wayar, las aguas se dividen en las listas de diputados provinciales y concejales por la capital. (Franco Hessling)

El Frente Popular para la Victoria (FPV) surgió tras la salida del Partido de la Victoria (PV) del frente del gobernador Juan Manuel Urtubey. La nómina de candidatos será piramidal para las próximas elecciones, Sergio “Oso” Leavy encabezará la lista a diputados nacionales sin someterse a una interna. Será uno de los candidatos unánimes dentro del FPV; el intendente de Tartagal buscará uno de los cuatro escaños que Salta renueva en la Cámara Baja del Congreso. En el plano provincial, hasta el cierre de esta edición también como lista única, el candidato a senador será el descafeinado Walter Wayar.

Leavy será secundado por Nora Giménez, y hasta epílogo del viernes se hablaba que Juan Ameri de El Aguante completaba la terna a diputados nacionales por el FPV.

La pirámide toma forma al posarse en lo que serán las internas a diputado provincial, se enfrentarán dos listas encabezadas por Lehué Figueroa y Mónica Menini respectivamente. La primera tuvo un paso tan aceptable como disipado en estos dos años en el Concejo. Hizo una denuncia pública por mal manejo de las becas municipales, sus dichos no se comprobaron y el hecho sirvió nada más que para una rencilla mediática con el otro concejal joven de la formación 2015-2017 del cuerpo deliberativo, Ignacio González del PRO. Mostró lealtad con sus orígenes políticos, vinculados a los derechos humanos históricos, cuando fue a contracorriente de su bloque y se opuso al encumbramiento de los soldados muertos en Manchalá. Dio cuenta de carácter al ponerse a la cabeza del bloque surgido tras la escisión con los retenidos por el Grand Bourg luego de la fuga del PV (David Leiva y Mario Moreno). Menini intentará seducir al electorado más propenso a las políticas de principios solidarios.

El ala kirchnerista aglutinada en la agrupación El Aguante, según se informaba hasta las últimas horas de ayer, se decidió por acompañar la candidatura de la actual edila. La juventud de Figueroa hace suponer una vasta carrera en la palestra política, un primer síntoma positivo a los ojos de la tradición peronista fue haber logrado granjearse el apoyo de una línea progresista pese a quedar alineada en el flanco duro del FPV.

Frente a la concejala, en la línea de Menini, que intenta presentarse como más popular, se enfrentarán Fernando Ruartes, de extracción camporista, y Freddy Flores Nuñez, el dirigente carrero.

Ruartes es una figura relacionada con el ámbito artístico, vocalista de Los Azotes, su despliegue escénico evita inhibiciones y echa mano a ocurrencias picarescas. Ha venido combinando ambos perfiles, el político y el artístico. En diversas actividades políticas, Ruartes ofreció de forma militante su gracia. No se le conocen contratos para tocar en eventos de las agrupaciones políticas y de derechos humanos con las que trabajó y trabaja; otros cantantes-políticos no pueden jactarse de lo mismo, caso del concejal Leiva, voz de la música tropical salteña.

Flores es uno de esos dirigentes emergidos de las bases, de los que aun cuando líderes ponen el cuerpo como primera medida política, y laboral. Proviene de las entrañas de esa honda zona que, abusándonos de una expresión que se volvió cliché, podríamos llamar la “Salta profunda”. La ruta 26, también conocida como la ruta de los telos por los moteles que están tras el cruce con la avenida Tavella, es la puerta de ingreso a la cuantiosa zona sudeste, desde donde Flores moviliza a sus vecinos para ser visibilizados. Es un referente de los que tienen que gritar para ser oídos. En una manifestación de este año contra la arbitrariedad del intendente Gustavo Sáenz, reacio a darles luz a los ensombrecidos -leáse: propenso a erradicar los carreros-, sufrieron una represión policial que tuvo como saldo que Gregorio Ramos, uno de los carreros -léase: de los que pone el cuerpo para subsistir-, perdiera un ojo. Ese hecho y la ruptura con la conducción del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) configuraron el escenario para que Fredy arribe con partido propio al FPV.

La base de la pirámide, las listas a concejales, se divide según el apoyo a una u otra candidata a diputada provincial. Isabel De Vita, al igual que Leavy, proviene del PV, representa la línea conciliadora con el urtubeicismo dentro del frente. La abogada con trayectoria en debates y actividades sobre género, se unge como la opción progresista, con menos cosas en común con el oficialismo provincial y con una mirada pretendidamente más progresista.

Hasta última hora de ayer, se barajaba la posibilidad que Abel Moya acompañara las candidaturas de Leavy y Wayar pero disputará una concejalía por fuera del FPV. El rumor era que el periodista Jorge Villazón disputaría un lugar en la legislatura acompañando al canillita. Sería a través de una lista adherente, es decir, que no van a una interna con el resto de las listas pese a que comparten las cabezas de boleta. Sólo superando el piso que imponen las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), la nómina completa competirá en las generales de octubre. En cambio, las fuerzas contendientes mencionadas anteriormente entran en la interna del FPV y, por lo tanto, distribuirán las candidaturas luego de agosto, con los resultados de las PASO en la mano (Lehué Figueroa y Menini para diputaciones provinciales; De Vita, Flores y Ruartes para concejalías).