Plusterol, la petrolera que en los 90 desembarcó en el norte de Salta generó ahora protestas ambientales en la selva central peruana. La represión a los ambientalistas dejó como resultado un muerto, centenares de heridos y el anuncio de autoridades peruanas de que Pluspetrol deja la zona.

PLUSPETROL, la firma que es accionista de la única refinería del norte salteño (Refinor) ubicada en Campo Durán (provincia de Salta), fue centro de conflictos en Perú donde explota petróleo y gas. Protestas contra la empresa en el poblado de Pichanaki, en la selva central, dejaron la semana pasada un muerto, más de un centenar de heridos en la selva amazónica donde las comunidades indígenas se levantaron contra la petrolera argentina, acusándola de contaminar la zona.

Según reseñó Página 12 en su edición del lunes, el conflicto estalló la semana pasada cuando el Frente de Defensa Ambiental de Pichanaki convocó a un paro indefinido exigiendo la salida de la zona de Pluspetrol que desde hace un año realiza actividades de exploración buscando yacimientos de gas. Pluspetrol integra en ese país el consorcio empresarial Camisea, que controla el 95 por ciento de la producción de gas del Perú.

La represión policial en Pichanaki fue violenta. Un joven de 25 años murió de un balazo y más de un centenar de personas resultó herido, 32 de ellas con impactos de bala. Dos de los heridos de bala son niños de entre 10 y 14 años. Aunque inicialmente el gobierno intentó salvar su responsabilidad asegurando que la policía no había usado armas letales, luego, ante el peso de las evidencias, terminó aceptando que estas armas sí se usaron, anunció una investigación, y separó a 14 oficiales responsables por la represión.

La protesta se levantó después de que el ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, anunciara ante la población reunida en la plaza de Pichanaki que Pluspetrol se iba a retirar en tres días. El anuncio calmó a la población, pero desató los reclamos de sectores empresariales y la oposición política y mediática de derecha, que acusaron al gobierno de “haber claudicado” ante las protestas. La empresa le restó importancia al anuncio de su salida hecho por el ministro de Energía y Minas, asegurando que la misma ya estaba decidida por la empresa antes del inicio de las protestas. En diálogo con Página/12, el gerente de Relaciones Internacionales de Pluspetrol, Daniel García, señaló que “nos vamos no porque así lo ha dicho el ministro, sino porque nuestras actividades de exploración en la zona de Pichanaki ya han culminado. Esto no afecta en nada nuestras operaciones. Nosotros no sentimos que el gobierno nos haya quitado el piso”.

Pero la población exige la salida de la empresa no solamente de Pichanaki, sino también de toda la selva central. García respondió que Pluspetrol seguirá con sus actividades de exploración en otros lugares de esta zona. “Tenemos un contrato con el Estado que es ley y vamos a seguir aquí”, le dijo a este diario el funcionario de la petrolera argentina. El conflicto no está cerrado. Por ahora lo que hay es una tregua.

La contaminación no comenzó con Pluspetrol, viene desde los años ’70, cuando estos lotes petroleros eran explotados por la norteamericana Oxi, pero las poblaciones indígenas acusan a la empresa argentina de continuar contaminando con desechos tóxicos las cuencas de los ríos Marañón, Tigre, Pastaza y Corrientes, una amplia zona amazónica en la que viven unos 25 mil pobladores de distintas comunidades nativas. La empresa niega la acusación. También la acusan de no remediar los daños ambientales producidos por la anterior empresa, algo a lo que estaba obligada según el contrato de concesión.

Estudios revelan que los cuatro ríos de estas cuencas, las únicas fuentes de agua de los pobladores de la zona, contienen niveles de metales pesados, como plomo, mercurio y arsénico, varias veces mayor que los máximos permitidos, contaminación que también afecta a los peces y otros animales que forman la dieta de estas comunidades. Esto representa un grave riesgo para salud de estas poblaciones. La empresa argentina ha sido multada por sus actividades contaminantes, pero se niega a aceptar las sanciones de las entidades oficiales y ha apelado al Poder Judicial. También se han denunciado continuos derrames de petróleo.

En Salta, los negocios en los que interviene PLUSPETROL incluyen participaciones en Reefinor . La misma está ubicada en Campo Durán (Salta) y es la única refinería del norte de la Argentina. Recibe petróleo crudo y gas natural provenientes de la cuenca del Noroeste y de Bolivia y produce combustibles líquidos y gas licuado. Dos oleoductos, un gasoducto y un poliducto convierten a Campo Durán en un centro neurálgico de valor estratégico en la integración energética de América Latina. El poliducto propio de 1.100 km de longitud con que cuenta Refinor le permite llegar a Montecristo en la provincia de Córdoba y de allí al puerto de San Lorenzo en la provincia de Santa Fe dando acceso marítimo a sus productos.
Refinor cuenta, además, con una red propia de más de 50 centros de servicio ubicados en el centro y noroeste de la Argentina, reseña la propia web de la firma.