En una entrevista publicada hoy, la ministra de Producción, Trabajo y Desarrollo Sustentable, Paula Bibini, defendió el apotegma capitalista de dar «seguridad a los empresarios que deciden invertir en Salta».

El matutino El Tribuno publica hoy una entrevista con Paula Bibini, ministra de Producción, Trabajo y Desarrollo Sustentable de la Provincia. El orden del nombre del cargo no es fortuito, connota prioridades: primero cuidar a los que arriesgan capital, luego, muy por detrás, a los que trabajan, y aún menos importante ocuparse de que la producción no erosione el ambiente.

Esta semana, Bibini estuvo ausente en algunas intervenciones del Gobierno de la Provincia en el conflicto abierto en el ingenio San Isidro, propiedad del grupo peruano Gloria. No hubo tiempo para ocuparse de trabajadores salteños en la calle, sí para apologizar a favor de inversores foráneos.

Al conocerse la decisión del Ministerio de Ambiente de la Nación sobre la inconstitucionalidad del reordenamiento territorial autorizado por la Provincia, la ministra concedió una entrevista exclusiva en la que se apresuró a defender «nuestra decisión de una Salta que avance hacia el desarrollo con una escala predial y un ordenamiento territorial como corresponde, dando seguridad a los empresarios que deciden invertir en Salta». Ante todo, cuidar los desmontes.

La posición de la ministra obedece directamente a su procedencia, tiene el mismo perfil de la «ceo-cracia» del gabinete nacional. Proviene del rubro de las carnes, empresaria de frigoríficos.

Sin ir más allá, en la segunda semana de enero, Bibini organizó una reunión con empresarios chilenos de la que participó el gobernador Juan Manuel Urtubey. Entre los inversores presentes, que Bibini insta a proteger, se encontraba Facundo Robles, gerente de Agronegocios Foxter, la firma que avanza en desalojos con guardia privada en detrimento de comunidades de la zona de la Quebrada del Toro. Siempre con la anuencia del estado provincial y su policía holgazana ante el avance empresarial en la zona de El Gólgota y El Toro.