Lo manifestó el Jefe de gabinete Fernando Yarade quien aseguró que para mermar el impacto en el medio ambiente ya compraron árboles. Lo mismo describió el director del teleférico Martín Miranda y explicó que era necesaria la deforestación para entregar estudios preliminares de los suelos que requería la empresa austro-suiza adjudicada para la obra.

Vecinos aseguran que no existe una evaluación de impacto ambiental de la obra, citando lo establecido por la Ley de Presupuestos Mínimos 25675, Ley de Ambiente 7070, y ordenanzas correspondientes.

Conforme sostiene la nota en cuestión que habían presentado oportunamente en la Municipalidad señalaron que  para el supuesto caso que existiera una Evaluación de Impacto Ambiental, advierten “no existiría un certificado de aptitud ambiental municipal” (CAAM), atento a que para ello no se convocó a una audiencia pública, conforme lo estipulado por ley.

En un acto encabezado por el jefe de Gabinete de Ministros, Fernando Yarade, se conocieron los anteproyectos finalistas del Concurso Nacional para el desarrollo de la nueva estación Ala Delta del Teleférico San Bernardo. De los 33 proyectos presentados por profesionales de todo el país, resultó ganadora la propuesta de los arquitectos Miguel Angel Buscazzo y Joel Curihuinca, de la provincia de Río Negro. El segundo y tercer puesto fue para profesionales de Buenos Aires y Córdoba, respectivamente. El jurado a cargo de la selección estuvo compuesto por cinco representantes del Colegio de Arquitectos de Salta (CAS), Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FEDEA) y Gobierno provincial.

Con respecto a las inquietudes que se despertaron en relación al medio ambiente, Yarade informó que este impacto estaba previsto desde un principio y que “los arboles están comprados en una enorme cantidad por encima de los que puedan dañarse como consecuencia”.

En sintonía ya el director de Teleférico, Martín Miranda, admitió que se realizó la deforestación y explicó que era necesario hacerlo para entregar estudios preliminares de los suelos que requería la empresa austro-suiza adjudicada para la obra. Agregó que debieron desmontar teniendo en cuenta que no hay senderos en el lugar y esto dificultaba el traslado de trípodes, maquinarias y equipamientos.

Por último, destacó que no se talaron lapachos y palos borrachos teniendo en cuenta que son los que más cuesta hacer crecer y que se tiene previsto recuperar cada rincón que ya estaba maltratado y degradado, especialmente en la cima del Ala Delta.

“los arboles están comprados en una enorme cantidad por encima de los que puedan dañarse como consecuencia”. Yarade.