Un joven fue detenido en Tartagal cuando intentaba ingresar alimentos a la comisaría 42. El relleno de los panes resultó sospechoso: faso, pastas y merca. Faltaba savora.

Aunque parezca la treta más vieja del libro, todavía se intenta el ingreso subrepticio de sustancias camufladas en alimentos. En este caso fueron tiras de pan “rellenas”.

Según la crónica policial, “un joven de 22 años se hizo presente en la dependencia policial para hacer entrega de una bolsa con alimentos que contenía entre otras cosas un sándwich”. Hasta ahí todo transcurría con normalidad y nada alertaba a los guardias, pero “Al requisar los alimentos, los uniformados se dieron con la novedad que una tira de pan contenía un trozo de sustancia vegetal disecada compacta, la otra un total de 50 pastillas y la tercera tira, 20 envoltorios conteniendo sustancia blanquecina”.

El “delivery” quedó detenido por disposición de la Fiscalía Penal N° 2 y Juzgado de Garantías N°1.