Las inversiones macristas prometidas al NOA con el Plan Belgrano requieren de provincias económicamente significativas, advierten quienes ven a Salta como un lugar que desalienta la inversión por leyes que frenan los desmontes.

Fue la opinión en tono de editorial de Francisco Sotelo en una nota publicada por el diario El Tribuno en el día de ayer. Allí se especifica que el Plan Belgrano que quedó a cargo del radical tucumano José Cano, plantea dos desafíos: que la región se convierta en un área económicamente significativa y el compromiso que asuman los gobernadores que quieran sumar a sus provincias a ese Plan.

Con respecto al primer punto, el redactor de El Tribuno recordó que las diez provincias del NOA y NEA aportan el 10 % del PBI nacional y el 5% de las exportaciones de origen industrial, aunque tienen una población que supera el 20%.

Con respecto al segundo punto, el escriba recordó que “el caso de Salta es particularmente dramático, porque es una de las provincias con mayor potencial para el desarrollo pero sostiene políticas que desalientan la inversión por los límites que impone su legislación especialmente en las áreas rurales”.

El espíritu del escrito se adivina fácil: hay inversión si las leyes provinciales dejan de frenar los desmontes que para los defensores de los grandes grupos económicos son lógicos, mientras para las leyes son ilegales y que incluso obligaron a Urtubey a suspender tales actividades.

Para acaramelar la cuestión, el redactor de El Tribuno recordó que hay platita para quienes se adapten a las leyes del mercado: el Plan Belgrano prevé inversiones de 16 mil millones de dólares destinados a la red vial (10 mil millones), al sistema ferroviario (5.000 millones) y a transporte aéreo. El proyecto añade la inversión de 50 mil millones de pesos en acciones para aliviar la situación de los sitios de extrema pobreza.