El cuerpo elegía sus autoridades. El radicalismo los sostenía. Pero pesa una la denuncia por abuso sexual en su contra. El legislador buscó evitar un conflicto durante la sesión.

El senador radical Juan Carlos Marino decidió este miércoles no continuar en la vicepresidencia primera de la Cámara alta pese al respaldo de su partido, para evitar un conflicto en la sesión que tendrá lugar esta tarde.

En una nota enviada a la titular del Cuerpo, la vicepresidenta Gabriela Michetti, el legislador agradeció “el gesto de apoyo que los representantes del interbloque Cambiemos han tenido hacia mi persona al mantener mi postulación como vicepresidente 1ro. del Senado”.

En la misiva recordó que se encuentra “atravesando un proceso judicial por una denuncia que realizaron en mi contra”, e insistió con su “inocencia”, tal como lo hizo en el recinto en diciembre pasado.

“Soy un hombre de la democracia y respeto profundamente la división de poderes, por eso me ajusté a derecho desde el primer momento y voy a esperar y respetar el desenlace judicial que, no dudo, demostrará mi inocencia”, dijo.

Por eso, “hasta que eso no suceda”, el senador consideró “prudente no aceptar la postulación con la que me están honrando nuevamente”. Y reiteró su agradecimiento a sus compañeros de Cambiemos por el “incondicional apoyo”.

El pampeano tomó esa decisión luego de que en la reunión de Labor Parlamentaria que tuvo lugar este mediodía, senadoras de distintos bloques advirtieran que votarían en contra y manifestarían su rechazo a su continuidad en el cargo, a causa de la denuncia en su contra por acoso sexual.

Si bien la UCR defendió al senador y el PRO manifestó que acompañaría la decisión que tomaran sus aliados radicales, finalmente Marino optó por evitar un conflicto en el recinto.

Marino se vio envuelto en un escándalo a fines de 2018, luego de que Claudia Guebel, una empleada de carrera del Congreso y militante radical, lo denunciara por abuso sexual.