En la cárcel de Orán pasa de todo: reos fugados en situaciones irrisorias, golpizas misteriosas, asesinatos, suicidios y ahora una abuela del palo es sorprendida mientras contrabandeaba una sustancia verde que no sería lechuga para la ensalada del nieto.

Si Lewis Carroll hubiese conocido Orán de seguro Alicia en el País de las maravillas tendría otro nombre, otros personajes y otro universo: el oranense.

Son varias las noticias que demuestran lo extraño de ese mundo norteño y caluroso que no quedan tan lejos de estas tierras capitalina, pero que a veces parece ser parte de otro universo, un lugar paralelo donde las locuras más locas pueden suceder, algo así como pasar por un espejo y entrar de golpe en las tierras de Lara Gros.

Esta vez la información que nos llega desde el norte dice que una abuela de 74 años fue sorprendida mientras intentaba ingresar al recinto carcelario con una encomienda un tanto sospechosa. La adorable ancianita llevaba entre sus prendas un par de envoltorios plásticos con una cantidad considerable de marihuana, la cual no fue dada a conocer por los encargados de prensa de la cárcel.

El nieto que la esperaba durante el horario de visita el lunes pasado no puedo ver a su abuelita, quien fue detenida por infracción a la ley de estupefacientes.

Hasta ahora no se sabe si es que la abuela llevaba inocentemente un recado para el nieto, o si es que conscientemente ingresaba un par de ramas para que el nieto no ande, además de encerrado, de cara.