Forzaron a una niña a ser madre y queremos que no vuelva a suceder nunca más. ¿Quiénes son los responsables de la desidia estatal? Mientras esto sucede, tres comunicadoras jujeñas fueron censuradas por usar el pañuelo verde. (Andrea Sztychmasjter)

El caso de la niña de 12 años violada por un vecino de 60 que resultó embarazada se hizo público por una razón específica. En un grito desesperado de la madre al enterarse del embarazo de su hija, notó la vulneración de derechos por parte de un sistema de salud que se sigue negando a cumplir con los ya aprobados protocolos sobre Interrupción Legal de Embarazo (ILE). 

San Salvador de Jujuy y San Pedro son las localidades a nivel país con mayores índices de embarazos adolescentes no intencionales, es decir la mayoría de ellos productos de abusos y violaciones reiteradas contra niñas y adolescentes. En Jujuy aun hoy la iglesia cristiana sigue organizando las cenas de fin de año a lxs estudiantes que terminan la secundaria y profesionales médicos se niegan a realizar abortos amparándose en la objeción de conciencia. 

Gerardo Morales. Gobernador de Jujuy

 

Luego de que el caso se hiciera público se detectó que el aborto legal debió garantizarse el viernes 11 de enero. La niña confesó el hecho cuando era revisada en un Centro de Salud de San Pedro por fuertes dolores abdominales, y tras los exámenes de rigor confirmaron que estaba embarazada. Su madre radicó la denuncia en la seccional del barrio La Merced y el hombre abusador fue detenido. Ante la negativa del doctor Marcelo Villa, Director del Hospital “Dr. Guillermo Paterson” de San Pedro, de la realización de la práctica médica amparada por ley la madre de la niña recurrió a organizaciones feministas y a los canales de televisión locales. La estrategia antiaborto del hospital fue demorar  la interrupción aduciendo que el embarazo se encontraba avanzado y decidieron mandar a la niña a la capital jujeña al Hospital Materno Infantil “Héctor Quintana”.

     Marcelo Villa, Director del Hospital “Dr. Guillermo Paterson”

 

Hasta la diputada nacional Gabriela Burgos (UCR) se encargó personalmente de apoyar el rechazo médico a la realización del aborto. La legisladora que responde al gobernador Gerardo Morales se presentó en la puerta del hospital y mintió ante la prensa: “estamos hablando de seis meses de embarazo, de un niño formado al que le falta la maduración”. Fue Elena Meyer médica integrante del Equipo de Consejerías en Salud Sexual e Integral del Ministerio de Salud e integrante de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir de Jujuy quien la desmintió: “no se trata de semanas calendario, porque se habló de seis meses y no es así, estaba entrando en el quinto mes de embarazo (los seis meses son 28 semanas)”.

Gabriela Burgos Diputada Nacional (UCR)

 

Gustavo Bouhid, ministro de Salud de Jujuy, confirmó en una entrevista a un medio local que, debido a que ya habían trascurrido 24.5 semanas de gestación, se decidió practicarle una cesárea y agregó: “el método elegido permite al equipo sanitario realizar todos los esfuerzos para intentar preservar la vida del neonato”.

La provincia de Jujuy adhirió al Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en el 2013, y el año pasado aprobó el Protocolo para la atención del embarazo en adolescentes menores de 15 años. En los casos de embarazos productos de abuso sexual “en el caso en que la adolescente solicite una interrupción legal, el equipo deberá garantizársela”, establece la guía y agrega que no se debe presentar disposición judicial. Solo se necesita de un o una profesional médica para que la interrupción legal sea llevada a cabo. La especialista Stella Manzano, reconocida tocoginecóloga, señaló que según la Guía de la OMS aborto sin riesgos, la cesárea no figura entre las técnicas usadas para abortar.  

No pasarás

Luego que el caso llegara a medios del todo el país, desde el hospital de San Salvador anunciaron a varios medios tradicionales de Jujuy que realizarían una conferencia de prensa luego de practicada la cesárea. Tres comunicadoras feministas de medios autogestionados denunciaron públicamente que no las dejaron pasar a cubrir esa conferencia. Del otro lado de una reja y de un vallado de policías femeninas se veía corresponsalías de TN, El Tribuno y QuePasaJujuy, medios a los que sí habían dejado pasar.

“Solo a nosotras nos pidieron las credenciales”, señaló una de las periodistas jujeñas censuradas. Erica Daniela Cari, de Red de comunicadoras feministas, comentó a Cuarto Poder que “cuando el gobierno no quiere abrir debate cuando se trata de temas delicados sólo llaman los medios afines. Entonces de esa manera se aseguran que nadie haga alguna pregunta incomoda. Aquí no tenemos ningún sindicato de prensa. Es una actitud tradicional la censura a medios no tradicionales”. 

Ana Albornoz, de Jujuy es Noticia, comentó: “Arbitrariamente no dejaron que ingresamos por nuestra ideología política. En una primera excusa dijeron que no teníamos credencial y luego que no éramos un medio conocido. Una mujer policía sin identificación me dijo ‘tus colegas no tienen pañuelos verdes por eso están adentro y vos no’.”

Además comentó la situación en la que trabajan en la vecina provincia. “Laburamos a pulmón prácticamente, trabajamos con muy pocas pautas. Debido a la línea editorial y sobre todo a la forma de plantear la información hace que seamos no muy bien vistos. La oposición siempre se piensa paga. Jujuy es pequeño y la mayoría de las empresas tiene algún tipo de relación con el gobierno y son realmente cordiales entre sí. Si criticas algo del turismo olvídate que el ministerio te considere para una pauta y ni hablar de un hotel.  Nuestra línea política es muy clara, pero no tiene una pertenencia a un partido. Porque nuestras producciones están realizadas por comunicadoras,  es un análisis sociológico de la realidad con perspectiva de género”, describió.

En tanto que Verónica Valdez, de La Izquierda Diario, señaló: “El gobierno armó un relato perverso, asegurando que cumplía la ILE cuando violaron todos los derechos. El día de la cesárea se cayó ese relato. Luego el propio Morales salió a cambiar el discurso político más en sintonía con la política real que fue ‘salvemos las dos vidas’. En Jujuy es un rol muy importante porque es muy brutal la ubicación de los medios hegemónicos. Todos los medios reproducen de manera muy burda el relato del gobierno. Así que nuestro rol es mostrar la verdad de los hechos, la voz de las mujeres, del movimiento estudiantil. En toda la pelea por el derecho al aborto, hubo movilizaciones muy importantes en Jujuy, pero los medios hegemónicos sólo mostraban las marchas de los antiderechos. La voz de las mujeres sólo aparecía en la prensa independiente”.