En su propósito de aislar a Cristina Kirchner en el senado; el jefe de los senadores nacionales del PJ – Miguel Pichetto – acordó con el macrismo  de nombrar al salteño Rodolfo Urtubey en la Magistratura. Así reemplazaría a una kirchnerista.

Miguel Pichetto reiteró el martes ante sus senadores que no quiere compartir una bancada con Cristina Kirchner y acordó con Federico Pinedo el respaldo de Cambiemos para nombrar  a Rodolfo Urtubey en el Consejo de la Magistratura, sin necesidad de contar con votos kirchneristas.

El hermano del gobernador de Salta reemplazaría a Virginia García, cuñada de Máximo Kirchner y con mandato hasta el 10 de diciembre. En la reunión, senadores cercanos a la ex presidenta como Ruperto Godoy y María Inés Pilatti Vergara pidieron sustituir a García cuanto antes por la mendocina Anabel Fernández Sagasti, de La Cámpora.

«Tiene que ir Rodolfo Urtubey, que es un jurista prestigioso», replicó Pichetto. «No importa eso: no podemos poner a un senador que dependa de un gobernador», respondió Godoy. La urgencia era justificada: si García no renuncia antes del 10 de diciembre, Cambiemos puede juntar firmas con el Senado nuevo y superar a un peronismo dividido.

Fue lo que hizo Emilio Monzó ni bien asumió para nombrar a Pablo Tonelli como consejero: escribió en una hoja oficio tantos aliados como necesitaba para superar al FpV.

El kirchnerismo judicializó aquella maniobra y recién el 23 de octubre último, horas después de la derrota de Cristina Kirchner, el juez Enrique Lavié Pico la declaró válida. Con el fallo en mano, Godoy y Pilatti Vergara advirtieron que si Fernández Sagasti no es confirmada por el bloque PJ la semana próxima, García puede no renunciar y permitir que Cambiemos se robe su lugar en quince días, con un trámite similar al que patentó Monzó.

Completaron la jugada exhibiendo 17 firmas de respaldo a la mendocina. «Yo tengo 26», retrucó Pichetto, pero nunca las mostró y el número resulta más que exiguo: el oficialismo tendrá un piso de 25 votos cuando se renueven la mitad de las bancas y una decena de aliados posibles.

La explicación, en realdiad, estaba fuera de esa reunión: según supo LPO, Pinedo no repetirá la artimaña de la Cámara de Diputados y avalará a Urtubey en la Magistratura, un gesto más de sana convivencia con el peronismo dialoguista, clave para aprobar la reforma previsional.

Aún con Urtubey,  el Gobierno sostendrá la mayoría propia en el organismo encargado de nombrar y sancionar jueces, mediante una sólida alianza con los magistrados y abogados que lo integran.