El candidato a diputado de Cambiemos, Martín Grande, reconoció que está siendo “coacheado” en Buenos Aires para “aprender a moderar reacciones” y repitió que no debió decir lo que dijo de Bettina Romero y del olor nauseabundo de Tartagal.

El candidato a diputado de Cambiemos, Martín Grande, reconoció que está siendo capacitado en Buenos Aires para “aprender a moderar reacciones” durante la campaña electoral.

En declaraciones consignadas por el portal web Informate Salta, el empresario de medios y ahora candidato explicó que el motivo de su presencia en Buenos Aires es “no ser tan grotesco con las palabras, como suelo ser yo”. “Así que van a tratar de pulirnos un poquitito, yo soy parlanchín, pero a hachazos, no soy muy elegante con las palabras. Lo que pretenden es a una situación de presión, detención, perder la agresividad, yo soy un tipo que a veces digo las cosas de una forma y se pueden decir perfectamente bien de otra… es todo un entrenamiento, y nos vamos a someter a eso” detalló y, en criollo, reconoció que después de algunas de sus bravuconadas está siendo “coacheado” por los responsables del marketing electoral del PRO.

Grande reconoció que en vez de hablar de “olor de caca” como en  Tartagal “quizás hable de líquidos cloacales”. “Voy a tratar de aprender a moderar mis reacciones, y sobre todo situaciones de tensión donde no te digo que me sacan pero puedo llegar a ser agresivo en las respuestas” explicitó.

Y, también, reconoció que se excedió con sus críticas a Bettina Romero y la ruptura parcial del frente electoral local. “No correspondía que diga eso, podría haber dicho lo mismo sin herir a nadie, entonces haberla basureado públicamente no valió la pena” aceptó y, de inmediato, avisó que “llegó la hora de pulir diferencias y yo creo que no las hay, pero bueno, ya nos vamos a sentar en algún momento, seguramente la semana que viene”.